(Nada definitivo, solo una parte posible de Mi lectura actual)
“…en
esta selva de poesía y pensamiento estaremos muchas veces perdidos, y no
importará demasiado, porque estaremos siempre ante unos paisajes donde se
adivina algo muy cercano a la verdad”. Diego
Sanchez Aguilar “Voces en off”
“Haz anillo de ese agujero, de ese vacío que
está en el centro de tu ser. No existe prójimo si no es ese agujero mismo que
está en ti. Es el vacío de ti mismo” Lacan
J “De un Otro al otro” Clase del 13 -11-68
“Con idea,
con sonido o con gesto, el duende gusta de los bordes del pozo...” Federico García Lorca.
Se podría
sostener que la poesía es el pensamiento de la presencia del presente…Sólo el
poema acumulará los medios para pensar fuera de lugar o más allá de todo lugar,
“sobre alguna superficie vacante y superior lo que del presente no se deja
reducir a su realidad, pero convoca la eternidad en su presencia.
………………………………………………………………………………
“Cuando la situación está saturada por su propia norma,
cuando el cálculo es inscrito sin descanso, cuando no hay vacío entre sabe y
prever, entonces
es preciso
poéticamente estar listo a salir fuera de sí mismo. Pues la
nominación
de un acontecimiento, en el sentido que hablo, suplementación
indecidible,
debe ser nombrada para advenir a un ser-fiel, esto es a una
verdad; esta
nominación es siempre poética. Para nombrar un suplemento, un azar, un
incalculable, es preciso apoyarse en el vacío del sentido, en la ausencia de
las significaciones establecidas, con peligro de la lengua. Es necesario
entonces poetizar, y el nombre poético del acontecimiento es lo que nos lanza
fuera de nosotros mismos, a través del cerco en llamas de las previsiones.
El poema liberado de la poetización filosófica. Sin duda siempre ha habido
estos dos pensamientos, estas dos donaciones: la presencia del presente en el
traspasamiento de las realidades, el nombre del acontecimiento en el salto de
los intereses calculables”.
El estatuto filosófico
del poema después de Heidegger”. Alain
Badiou.
A raíz de la
inmersión en el magma germinal de
Alejandro Céspedes: “Voces en off”, son
muchos los aspectos de su obra que pro-mueven mi deseo de escribir sobre la
misma, y hacerlo con aportes del psicoanálisis,
porque considero que los planteamientos de este poeta, tanto en ésta como en su obra anterior: “Topología de una
página en blanco”, posibilitan tender puentes con los planteamientos de J.
Lacan, fundamentalmente a partir del
interés común por el tema del lenguaje y
la relación conflictiva del sujeto que este determina, así como por el tema del
ser que el mismo aborda.
Lacan en
una época de su enseñanza, para el estudio de la subjetividad , se interesó por
el ser (1) para terminar afirmando que el
psicoanálisis no hace ontología, y así pasará a un más allá del ser, a la
henología (2), de un discurso
sobre el ser a un discurso sobre el Uno, de una interpretación dirigida al
deseo y la falta-en-ser a una intervención dirigida a la letra y lo real), es
decir, “de una aproximación de la palabra, en la experiencia analítica, no en
tanto que ésta le permite al sujeto acceder al núcleo de su ser sino en tanto que es iteración de un
acontecimiento de cuerpo, producido por la pura percusión del cuerpo por la palabra”.
Por
lo anterior, aunque la última enseñanza de Lacan esté marcada por esta
"desontologización del psicoanálisis, y sirva para pensar lo que no cambia
en el análisis (los restos sinthomáticos
irreductibles), la enseñanza clásica permite pensar lo que cambia, es decir
también en qué sentido un análisis opera una transformación sobre el sujeto
cuando, incluso para finalizar, hay que saber apuntar a un irreductible que no
cambia jamás y que resulta de la manera de cada uno de ser viviente, en tanto
que parlêtre. (3)
A mi
entender también Alejandro Céspedes si bien se ocupa del ser tal cual de Martínez Forega (4) dice:
“La casi totalidad de la poesía de las tres últimas
generaciones (y empleo aquí el criterio de Ortega y Gasset) ha desechado una
preocupación real, una preocupación consciente por lo que la filosofía ha
definido como el ser....en sentido estrictamente filosófico…. Voces en off nos propone
“regresar a las enseñanzas del Tecteto platónico; volver a preguntarnos si es s cierto que existe el thaumazéin,
“Voces en off” es también un texto…thaumazéinico, a través de sus palimpsestos
e intertextualidades, propone no olvidar la tradición…..pero también mirar
hacia Oriente,… en tanto ese ser es también no –ser” (pág.212)
va más allá del mismo con en sus
planteamientos:
“Céspedes, aunque heredero en cierto modo de
ese pensamiento poético heideggeriano, lo lleva un paso más allá, hacia el paso
que Alain Badiou reclamaba: «¿Qué será el poema después de Heidegger, el poema
después de la edad de los poetas, el poema post-romántico? Los poetas nos lo
dirán, lo hemos dicho, pues desanudar filosofía y poesía, salir de Heidegger
sin recaer en la estética, es también pensar de otro modo la procedencia del
poema, pensarlo en su distancia operatoria, y no en su mito». Alejandro
Céspedes se sitúa en esta línea, porque no acepta el espacio poético como
lugar privilegiado donde el mito se considera premisa desde la que lanzar el
pensamiento, sino que cuestiona una y otra vez los límites del propio género,
del propio instrumento poético que, en sí mismo, no garantiza ninguna verdad.
(5)
¿No
garantiza ninguna verdad? ¿Porque el propio poema se origina como operación
singular de la verdad? “Heidegger liberó al poema del saber filosófico y lo
recuperó para la verdad”. (Badiou)
Quizás no se
trata de ser –no ser, de pensar, entender, mitificar, sino del acto creativo,(o lo que Badiou llama “acontecimiento”), de ser en un acto
que recupere puntualmente al sujeto de su permanente extravío, ser el acto ya
que “la verdad es diferente del sentido”(A. Badiou), y Lacan al pasar del
inconsciente cadena al inconsciente lalangue plantea que el significante es la causa
del goce y “lo escrito no es para ser comprendido”, y se sirve de la barra de
Saussure entre S significante y s significado que no es más que eso: escritura.
(Seminario XX, 1972-1973)
Vladimiro-No
intenten entender .Ni siquiera nosotros que llevamos tanto tiempo en el mismo
vaivén, lo pretendemos. Sabemos lo que hay que hacer, lo hacemos. (pág.23)
“No hay
libertad sin desprendimiento
¿Entonces
solo queda esperanza en el tropiezo? (pág.45)
“Un títere sin hilos podría ser un cometa a la deriva.
(Dice uno de
los guiñoles que está urdiendo un plan para tratar de huir del teatrillo y
ocupar la casita de muñecas)
-¿Importa la
caída? –Dice otro.
-Sí y no.
Depende de en qué nuevo estado te incorpores o yazgas.
La filosofía, desde Platón, se debate de una forma u otra en ese problema. Se pregunta ¿Dónde ubicar lo verdadero? Lo que Heidegger llama “el fundamento de los entes” Esto es básicamente un juicio de existencia, intenta definir lo que existe como cosa verdadera que sirva de fundamento para todo juicio posterior. El juicio de existencia, para la filosofía, debe ser primero.
Para Freud, lo primero no es si algo existe o no existe, sino si algo me brinda placer o no. El sujeto se constituye a partir de una atribución. Es una posición materialista, pues la presencia de las marcas que deja la percepción es indiscutible. El sujeto es un conjunto de marcas materiales y no un ente que se debate entre los engaños de los sentidos. El sujeto se constituye en una atribución respecto de estas marcas.
Para Freud, el punto de origen no es un juicio exacto sobre lo verdadero de las cosas, sino un juicio de atribución relacionado con el placer y el displacer. Es decir, el yo se constituye en ese juego de inclusión/exclusión regido por el principio del placer.
Lo vivido como placentero es atribuido como “yo”, lo vivido como displacentero lo es como “no-yo”, eso para Freud supone un “adentro” y un “afuera” e implica el registro del narcisismo, es decir, una relación en espejo.
El juicio de existencia concierne a la búsqueda en el exterior del objeto “Si-yo” Por eso el encuentro es siempre un reencuentro.
Para poder poner en marcha el juicio de existencia ha tenido que darse la escisión psíquica entre el “yo” y el “no yo” Por tanto, hay una exclusión fundamental que se produce en el juicio de atribución, hay algo que se rechaza, y de eso va a depender la condición de existencia.
El juicio de existencia consiste en el examen de la realidad para convencerse de que está ahí el objeto que se percibió una vez y que produjo satisfacción. En este juzgar reproductor podemos colocar los procesos de pensamiento.
El tema del
lenguaje indudablemente es esencial tanto para el poeta como para el
psicoanálisis; para Lacan es creador y el creador del ser. En suma el ser del que hablan
desde siempre los filósofos, este ser no es jamás otra cosa que un ser de lenguaje, es el secreto de la
ontología. (6)
La materia
prima de un poeta es el lenguaje, y el
psicoanálisis entiende que el sujeto solo se puede definir a nivel del lenguaje y es en el
trabajo con el mismo, de dos formas diferentes (trabajo con el significante: con
el inconsciente estructurado como un lenguaje, y con lo que Lacan llama la
letra –S1 significante aislado fuera de la cadena de los efectos de sentido y
del semblant, condensador de goce) que este encuentra la cura. Por lo tanto, ambos
convergen en la importancia del lenguaje como hacedor de lo Humano:
“es en la
palabra donde se perfila en el Hombre su “ser humano”…esta es su diferencia…la
forma sígnica, el modelo de expresión de un ser que no sería capaz de
representarse a sí mismo de otro modo….es en la palabra donde encuentra su
patria” (208) (1).
Y ambos
parecen coincidir de alguna manera en que aún siendo así, el lenguaje es
insuficiente:
“el
escepticismo Cespediano se funda en la imposibilidad de que el hombre pueda
expresarse finalmente con palabras, con palabras no convencionales, claro. El
propósito es elevar su capacidad de expresión y comprensión (mejor que
entendimiento) a una especie de koiné de la lengua patria”(pág., 208)
por un lado
porque es imposible la comunicación (sin falta y por tanto sin malentendido)
entre las personas, aún siendo el lenguaje convencional como lo es; respecto a
la posibilidad de que el hombre se
exprese en un lenguaje no convencional, la psicosis con sus neologismos
da cuenta de que sí, pero al costo de una incomunicación aún más absoluta.
El sujeto no es dueño de su lenguaje, no habla
de tu a tu simplemente, sino que esa
relación espejo o imaginaria está
fundada sobre la propia enajenación del sujeto respecto al mismo lenguaje, lo
que lo hace ser un extranjero de sí mismo; en este sentido, es el sujeto el que
este es hablado por el lenguaje más que habla (lo que Lacan trabaja en su
esquema L o lambda para plantear como la función imaginaria del yo está
atravesada y descentrada por la función simbólica del discurso del inconsciente).
Efectivamente,
haciendo un recorrido inaugural sobre los temas que aborda A. Céspedes en su
libro: la existencia y su relación con lo que Céspedes denomina tomándolo de
René Thom, la primera catástrofe elemental (el pliegue), las nociones de acto,
conflicto, actante en conflicto, la libertad del títere que plantea en el acto I bajo el título: “la libertad del
títere(a noción de “acto”), el “ser o no ser (el actante en conflicto)” del
acto II, “Los intrusos (el conflicto)”
del acto III, “la morfogénesis de la
disolución (el arquetipo estructural)” del acto IV, “El Hombre
superviviente(histéresis, rupturas y singularidades) acto V, diremos que todos
ellos son inherentes al sujeto en la concepción psicoanalítica del mismo; siendo fundamentales, este se ha interesado y
lo sigue haciendo de manera profusa por los mismos, aunque sean nombrados con
otra terminología, y aún quizás entendidos desde otra perspectiva.
Me ha
interesado sobremanera la búsqueda del poeta, o más probablemente su encuentro (“yo no busco, encuentro”
Picasso), con una forma de hacer poesía original, y la consecuencia que esto
tiene en la posición del lector de poesía, cuyos parámetros lectores se ven
conmocionados. Su obra nos exige posicionarnos en un lugar original (en el origen), valga la
redundancia, para poder, más que leer la obra, ser actantes, y aún me atrevería
a decir, creadores de la misma, hacer…a
ser poiesis. Somos convocados así al origen y al vacío que toda creación y
recreación supone como teniendo que dar a luz a la propia obra. En este
sentido, así nos lo dice Alejandro Céspedes en la introducción:
“Este libro requiere del lector más que la lectura. No
debería buscar en él poemas entendidos como unidades cerradas y unitarias.
Necesita que la mente lectora ponga en
pie su propia dramaturgia, y más aún, que actué entre sus líneas y sus
páginas, o que las intercambie, y camine a tientas_ pues ignora a dónde va_
entre la negrura de su tinta….”(pág.11)
Exigencia
que es acorde a la esencia de la obra:
“Parece una obviedad decir que “Voces en Off” no es
una obra de teatro, aunque, como casi cualquier texto podría serlo. Es la dramaturgia la que tiene el poder de
convertir los textos en teatro. El teatro y sus morfologías, el teatro y sus
topologías, el teatro con su cuarta pared y con su abismo, el teatro con su
exterior y con su interior; qué mejor fórmula para desbaratar el orden de los
tiempos, qué espacio más informe para
los alfareros de la ontología. El teatro, o mejor el espacio escénico, tan permeable a la convivencia de lo que es y de
lo que no es, tan permisivo con la aparición, la desaparición y la apariencia,
tana amble con el trampantojo, teniendo en cuenta que “todo escenario genera un
espacio simbólico.”(los subrayados
son míos) (pág.9)

El espacio escénico simbólico
(*) que esta obra poética concebida de esta manera inaugura, al tener que ser
recreados por el lector-actante, recrea el vacio de la entrada del sujeto en el Lenguaje, ¿o del Lenguaje en el sujeto?, pues qué, sino
una catástrofe es lo que la misma produce en él, lo cual el psicoanálisis llama
el trauma. Trauma que Lacan derivara troumatisme (trou agujero) en la medida en
que en esa entrada, al mismo tiempo que el
sujeto obtiene una ganancia “en ser” (identificaciones simbólicas), y
también imaginarias, al ser nombrado/
apresado/incluido en el significante, queda a nivel de lo real como falta, se
produce en el sujeto la pérdida de “la
cosa” (que el significante mata en este proceso de simbolización, la cual es
en realidad parte del propio sujeto,
quien deviene así una metáfora de sí mismo. . (Lo Real adviene cuando el objeto
a cae del propio cuerpo. En la propedéutica psicoanalítica se intenta figurar
este encuentro con lo Real con el momento en el que el niño se da cuenta que el
seno de su madre, que creía propio y parte de sí mismo, se le aparece como
ajeno o más bien se le desaparece como parte de sí).
Parte extima (8) de sí mismo le llamará Lacan, la
cual éste intentará recuperar en la realidad psíquica (que no es interior ni
exterior) como objeto (el objeto a), recurriendo a los llamados objetos del
mundo exterior que son metáfora de aquel. El sujeto queda marcado por la pérdida. Diferentes objetos pueden
venir alternativamente durante su vida e intentar obturar esa pérdida, pero
nunca se podrá deshacer de la marca que lo marca, es decir, el sujeto nunca se
podrá librar del rasgo unario. Con esto Lacan nos introduce en el registro de
lo Simbólico, en la medida en que el rasgo unario en su repetición inaugura la
entrada del sujeto en lo Real. Consiguientemente, dado que el
sujeto no soporta la situación de incompletud en la que ha quedado plantado, el
registro Imaginario es donde introduce los objetos que cree que pueden obturar
la falta y borrar el rasgo. Éste es el ámbito de lo que Lacan llama el
fantasma, pues en tanto lo Real es siempre algo que se escapa, solamente de
manera imaginaria el sujeto puede poner objetos en el lugar de la falta y
construir su propio fantasma.
Operaciones entonces
de alienación y separación del sujeto al lenguaje(Lacan), que determinarán que
de aquí en más, ese sujeto este extraviado de sí mismo bajo la barra de la
represión primaria, que ex - sita en el
juego presencia-ausencia del sujeto del inconsciente, y solo sea posible su
recuperación o aprehensión no-toda, vía metonimia en la red significante en la
que se desplace su deseo en busca del objeto perdido, ese uno real no
simbolizable y por tanto inalcanzable vía el lenguaje, uno si mismo real donde anida su ser de goce.
“En la
periferia de sus propios actos
donde el regreso sigue prohibido”( )
Tu imagen es real
pero en el
interior del reflejo alguien responde
yo soy la
periferia
y el centro de ti mismo.
(pág.127)
La apuesta
de A. Céspedes es llevarnos con su texto y desde el mismo, a ese no-topos,
pliegue, al lugar mismo de la falta, para
“desarticularnos”
“el origen
del mundo como forma de ausencia” (pág,135)
para hacernos
conscientes de nuestras “articulaciones”, de las identificaciones significantes
e imaginarias en las cuales buscamos consistencia en ser, ( las que definen
nuestro “ser consciente”), como del porqué de las mismas (nuestro miedo a la
incertidumbre, a la muerte), así como de nuestras desarticulaciones. Salir de
la dualidad con que la consciencia organiza nuestro mundo: interior-exterior,
personaje-actor, realidad-ficción, espacio- tiempo pasado presente- futuro-
para que nos encontremos en su falla o en su tropiezo, falta donde todo ese se
diluye y nos diluye en multiplicidad de
espejos, cuestionándonos el engaño sobre el que se asienta nuestra pretendida
unidad narcisista, por citar alguno de los múltiples interrogantes a los que la obra nos enfrenta.
Y sin
embargo, engaño necesario el devenir marioneta del Otro del lenguaje y de la
mirada del otro: “emborrachamiento ante la fantasía del equilibrio”, por
nuestra necesidad de imagen narcisista y de nombres que nos permitan crearnos
una mínima consistencia, consciencia de ser
Un guiñol se
contempla a sí mismo en un espejo
Y en ese
breve instante de conciencia percibe que otros seres efímeros
Se articulan
como el bajo una estatua. (pág.36)
……………………………………………………………
La voz
unánime como armazón que afianza su vacío,
le da a
beber la exactitud de su veneno.(pág.36)
………………………………………………………
que entre
los atributos de la ausencia está el reconstruirse
a partir de
sus deformaciones (pág.34)
Líquida es
la existencia
…………………………….
Creen en su
existencia porque viven de la continuidad. (pag.132)
………………………………………………………
Alguien
podría esta gritando su nombre en cualquier sitio
No un
nombre, sino todos los nombres, cualquier nombre.
Alguien que
necesita una mirada para ordenar su mundo se pregunta
por aquel primer interrogante y por lo que fue
la primera afirmación
categórica
exacta
sobre la que
se fue construyendo el agujero
Busca la
palabra nombre para poder seguir
y la palabra tu
y la palabra él
que le defina
y
gritar
y mirada
y la palabra mundo
y al
palabra vuestro
Vivir
incluso en su propia idioma, es siempre traducir de otro lenguaje, quizá por eso no encuentra
transcripción para su estado.
………………………………………………………………..
(pág.54)
so riesgo de
devenir un ser “desmadejado, un “cometa
a la deriva”, como sabemos los psicoanalistas que efectivamente sucede
a algunos casos donde lo simbólico no
hace marca “en” y “del” sujeto.
_Un títere
sin hilos podrá ser un cometa a la deriva… (pág.31)
La única
libertad posible parecería decirnos el poeta, y en eso coincidir con el
psicoanálisis, está en el tropiezo, como posibilidad de cambio, de un acto
diferente, por tanto creador, respecto al cual el poeta… no parece tener mucha
confianza(¿será la poesía actual capaz de ese acto?)
“No hay
libertad sin desprendimiento .Una piltrafa, un ser desmadejado.
¡Mira cuál
es el resultado de su desapego!
-El hombre
es libre como al piedra es grave (dice Hegel mientras tira los dados. Suman 7,
y su ficha va a caer en la casilla donde está la del jugador que le precede)
¿Entonces
solo queda esperanza en el tropiezo?
-Que más
da…las marionetas seguirán emborrachándose ante la fantasía del
equilibrio.(pág.45)
EL OTRO.
El Otro es otro sujeto, con su singularidad inasimilable, y también es el orden simbólico (que media irremediablemente la relación con ese otro sujeto). Este último sentido es el fundamental: “el Otro debe en primer lugar ser considerado un lugar, el lugar en el cual está constituida la palabra”.
Lacan afirma que la palabra no se origina en el yo, sino en el Otro; por lo tanto, la palabra, el lenguaje están más allá del control consciente, vienen “de otro lugar”, desde fuera de la conciencia. Esta es la explicación (una de ellas) de la célebre frase: “el inconsciente es el discurso del Otro”.
Precisemos
que Sartre no ha desplegado jamás una ontología del inconsciente, porque no
reconocía su existencia. Pero es, sin embargo, haciendo un rodeo por la
ontología de la consciencia misma -en tanto que Sartre la había definido como
un ser que no llega a ser, como siendo sobre el modo de no ser, como un no
ser aún y un haber sido- que Lacan puede definir el inconsciente
como lo no-realizado que llama a una realización. Lacan afirma así que
"Podríamos decir de la hiancia del inconsciente que es pre-ontológica
[…] no es ni ser ni no ser, es no-realizado.
Lacan dice
del Inconsciente:
“...ni era
ni no era, pertenecía al orden de lo no realizado. Su escritura lo crea y al
crearlo lo proyecta retroactivamente en el tiempo, lo hace aparecer en un
pasado que nunca existió, es más, crea el pasado como lo que es recuperado por
la escritura...”(Seminario 11)
Coro_ los
hijos de los títeres acuden a la escuela de sus padres pero heredan los hilos
de sus madres .El muñeco lo sabe, algunos recuerdos son premonitorios (pág.29)
“Al
observarlas por primera vez se hará consciente.
Mirará sus
manos y sus piernas, constatará qué produce el movimiento
de sus
articulaciones
sus ojos
hacia arriba
verán la
cuerda que sostiene su cabeza
y se
comprenderá todo en un instante.
Consciente
de sus hilos, con su mano derecha los irá arrancando
uno a uno
inmóvil,
tendido
sobre el suelo miembro a miembro, plegado
ante la
ausencia de esqueleto y arrugado sobre
su propia vestimenta
acercará la
mano que aún puede moverse hasta sus ojos
Queda un hilo.
El que hizo
posible desenganchar el resto.
Como
romperá entonces
lo último
que sigue atándolo a sí mismo.
Así se terminaba
y así
comienza la genealogía. (págs. 30-31)
¿Cuántas
vidas es necesario tener para satisfacer a los raptores? (pág.36)
Para tener
un lugar en el Otro del lenguaje del cual para el psicoanálisis depende la ex
–istencia, para tener una historia y una genealogía, un origen hay que plegarse
al lugar que el Otro nos asigna
“Igual que
en los mitos de los griegos, es dueña (la niña) de un destino imperativo. Y al
destino, como bien supo Edipo, se le acaba obedeciendo aunque se le oponga resistencia
o se le ignore .La vida es una coyuntura fiduciaria donde los personajes
ejercen su escabrosa pantomima. Su esfuerzo es perpetuarse, sus textos
repetidos ante quienes intentan solo ser ignorados son una realidad
inabarcable, no por su vastedad sino por su irrisoria insuficiencia.(pág.57)
La marca del
Otro nos hace esclavos; como dice M.
Forega (pág 207) ,
“…la
perspectiva de los personajes sigue siendo una perspectiva esclava o, mejor,
asimilada al papel del ilota en el sentido espartano y licúrgico del término, como
lo manifiesta el propio Vladimiro o el relator en la página 30….tanto es así
que ni siquiera la Muerte es aquí manumitida. La Muerte, entidad siempre autónoma y “viva”…se queja al
Demiurgo”:
…si quiere
saber más vaya a preguntarle a mi hacedor. ¿O acaso cree que solo ustedes
tienen quien les escriba lo que han de decir o llevar puesto?
pero nos
cuenta y define un punto de partida, un
nacimiento y un orden espacio –cronológico.
“Para empezar es necesario un punto de partida. Tal vez también un tiempo
y un espacio. Un recorrido. Un orden.
_Orden no es
necesariamente ni equilibrio ni armonía.
_Entrad al
laberinto Quizás no estén en él ni todas las preguntas ni todas las respuestas,
pero al menos jugad con el azar y sus misterios para llegar al centro mientras
la periferia se va haciendo un ovillo.
La
expectativa se enrosca sobre sí, nos quiere
hacer creer que el centro es lo inmutable, que todo tiende a él y en él
termina.
…………………………………………………………
Sin esa
marca de entrada del sujeto en el lenguaje, donde el símbolo produce una falta,
una vacío- muerte de una parte real del propio sujeto que deviene respecto a su
conciencia, inconsciente, real a medias recuperable vía metáfora y metonimia,
el sujeto no tendría límite alguno, estaría todo él tomado por el modo de
funcionamiento del inconsciente: atemporalidad, no espacialidad, coexistencia
de los contrarios, etc.
Habitualmente
las personas mantenemos ¿o creemos mantener? esta separación consciente
–inconsciente en su discurso en su vida cotidiana. Digo “creemos mantener” puesto
que a veces esos espacios se desdibujan, aunque generalmente las personas no tienen en
cuenta ni les preocupa leer esas manifestaciones
del inconsciente (lapsus, sueños, actos fallidos) en su vida habitual, ni otras, como la sensación de vivir en el
pasado más que en un presente diferente, repitiendo situaciones de la infancia por ejemplo.
Este fenómeno de “la repetición” que tiene un lugar
fundamental en el psicoanálisis, y en filósofos como Kierkegaard aunque con una
valoración diferente a la de Lacan, y que Alejandro Céspedes aborda en su obra
profundamente, se produce en la vida de cualquier sujeto sin que sea analizado,
estando en transferencia con otras personas, y da cuenta de la fuerza con que
los significantes que la operación
simbólica que es la castración separa,
marcando como opuestos(vida-muerte/nacer-morir/aparecer-desparecer, ser-no ser ),
se atraen y buscan volver a unirse, retornando
al objeto de goce, eliminando toda discontinuidad o diferencia(uróboros),búsqueda
de la identidad de percepción Freudiana, de la unión mítica con “la cosa” , de hacer desparecer la marca de la
castración simbólica que separa a la cosa de su representación, separación a la
cual alude Vladimiro:
“no nos
echen la culpa que alguien haya decidido separar lo real de lo que -algunos así
quieren creerlo-no lo es” (pág.24)
Pero como en
esa búsqueda el sujeto vuelve a encontrar con la falta. porque no hay ningún
objeto que realmente pueda colmarla, la repetición deviene repetición de algo
nuevo, y es no-lugar, o no encuentro entre el sujeto y el objeto a mi manera de ver, es la posibilidad del
acto creativo, de ofrecerle a la pulsión
un objeto en el cual re-crearse.
De la frase
citada por Vladimiro anteriormente, puede decirse que ese “alguien” es el
propio lenguaje y que para el ser humano
en tanto animal simbólico, no hay otra realidad que la simbólica –imaginaria,
el encuentro logrado con la cosa sigue siéndole ajeno, en su lugar hay objetos de la pulsión
que intermedian con el objeto de goce, excepto en situaciones donde la pulsión
de muerte comanda completamente la
no-vida del sujeto que ha perdido sus límites.
En un
análisis, en la poesía y en el proceso mismo de creación poética, y aun
literaria a veces, se recupera esa parte del discurso o del texto que funciona según las leyes del inconsciente, para crear. El inconsciente
mismo de define como una
discontinuidad surgida en el corazón del discurso, como una hiancia, que obedece
a una estructura temporal
“Para el poeta todos los tiempos y los lugares son uno” Oscar Wilde, citado por M Fórega, pag. 200)
Si se
elimina imaginariamente la falta, es posible borrar la diferencia entre consciente –inconsciente, que se borre esa discontinuidad
y el acaecer del sujeto puede entenderse entonces en base a la banda de Moebius (9) En la obra
de A. Céspedes el pliegue es una especie de operador o disyuntor(pag.21) “donde la ausencia de un lugar ha de estar conectada con el lugar presente ,
a través de un espacio que los conecte”(M. Fórega, pag.194) que permite
transitar a los personajes y a los lectores por un universo tempero-espacial fuera de los límites de la conciencia, un
universo textual lenguajero que además se extiende mucho más allá de los límites
de la página, en los códigos QR que incluye en el libro.
“_Es un
juego de enlaces que llevan continuamente hacia otra parte.
_Les dice la
adivina_ es una peculiar fórmula de “El pliegue” que conecta el interior y el
exterior y hace compatibles los viajes al presente y al pasado, avanzar hacia
atrás o hacia adelante, quedarse detenido, recomenzar de nuevo. ¡La
espiral!, la espiral. Es el símbolo más
antiguo del mundo: Es la secuencia áurea de los griegos, la eternidad de los
ciclos: nacimiento, muerte, renacer: la vida sin principio y sin final …..(pág.
69)
Bernard
Chache_ Lo significativo de la idea de pliegue es que proporciona una manera de
repensar la relación entre el interior y el exterior, entre el pasado y el
presente-
_Lo que
limita con lo verdadero no es lo falso, sino lo insignificante (responde René
Thom) (pág.98)
(Vladimiro
prosigue con su parlamento)_ bueno, voy a dejarles. He de ocupar mi lugar ¿O ya
es este mi lugar? A veces me confundo al tratar de discernir el afuera y el
adentro .Es posible que ninguno de ellos sea un lugar. Tal vez solo sean
estados de conciencia. Pero qué cambiaría eso”. (pág.25)(el subrayado es
mío)
La
posibilidad, de que el sujeto realmente “avance en el tiempo y en el espacio” y
pueda situarse en otros tiempos y espacios que en su mayor parte no sean repetición
de su primer marca identificatoria, (Cada vez se repite lo mismo pero
diferente, el objeto en juego es el mismo), de forma tal que el recuerdo pueda
situarse y coincidir exactamente con lo que llamamos pasado, y que este quede
tajantemente separado como tal, queda cuestionado por la continuidad temporal
que es efectiva a nivel del inconsciente: el eterno retorno del pasado:
Coro_
Se desharán los hilos con la tozuda lentitud de la gangrena: Aspirarán los
índices a dejar de ser flechas cansadas: querrán ir más allá, apuntar más alto,
detrás de la alambrada. Donde van a anidar los sueños de los árboles….
………………………………………………………………………………
…sobre
los palimpsestos la palabra utopía borrada siete veces y siete veces siete veces siete vuelve a aparecer la abreviatura de lo que se
ha soñado y el recuerdo de lo que no ha ocurrido todavía.
Lo sabe,
Algunos
recuerdos son premonitorios.
Unos ojos capaces de observar
que delante de sí sus propias pisadas inician un camino
se
adelantan. (pág.31)
La
vida, una vez más, les contradice .Mudan de piel
pero
la misma obra les persigue.
Los
hilos se renuevan en sus extremidades.
Palomas
mensajeras que únicamente saben volver, una vez sueltas
a su
origen, vuelan hacia el pasado.
Sus
excrementos llevan semillas de memoria. (pag.59)
Dice M.
Fórega sobre este punto, que “la posibilidad de reunir los tres tiempos en uno
fue obsesión del propio Pound y que en la cita de Cépedes es posible hacerlo al
menos sintéticamente:”el recuerdo de lo que no ha ocurrido todavía”(pág.201)…un
tiempo intemporal en que todos los acontecimientos como en la banda de Möbius ,
se suceden en el plano del tiempo de forma continua: una vuelta al pasado, pero
un regreso al futuro que encuentra también cómodo alojamiento en los conceptos
del eterno retorno y del déja vu como metáforas del discurrir psicológico de
los hechos “ (pag.201)
LA INCERTIDUMBRE DE UN SER QUE EX –ISTE: PERMANENCIA VS DISOLUCIÓN.
a-cerca de la
ex -istencia, del comienzo de la misma y
de su final, del otro imaginario, a-cerca de “la realidad” y por tanto de la ficción. (a =objeto a,
lugar de la falta)
“Coro_ El
ser puja por encontrar su estatus verdadero y en la continua sustitución de su
amalgama resuelve su impotencia: pero nadie le dice que es inútil, que su
definición es un punto exhaustivo sobre la eucaristía fecunda de la nada.
Todo ser es
ficticio: Un sistema caótico lleno de incertidumbres predictivas, su
probabilidad no es cuantificable: los hombre solo son dueños de un cuerpo
modelado, una materia que se aferra a la palabra antes y después solo quedan en
pie los ornamentos” (pág.130)
“Coro_ Toda
existencia es en sí misma una catástrofe. Un tiempo que está continuamente
perdiendo el equilibrio. El paso de un estado hacia otro estado que no permite
nunca volver al anterior…………………………………………………………
La
estabilidad tan anhelada desfallece.
……………………………………………………………………………………………
(pág.58)
¿Pude el ser
humano creer y pretender una consistencia en ser? ¿Pude fundarse un ser o un juicio
de existencia basándose en los sentidos como pretende Estragón? (La psicosis da
cuenta de que no es así, de que la única ex -istencia posible depende de la
entrada del sujeto en el Lenguaje para el psicoanálisis, sin ella ni siquiera “se
tiene un cuerpo” (no se tiene la vivencia de que se lo tiene “relativamente” unificado)
¿Lo que llamamos “la realidad” depende solamente de la información que nos brindan
nuestros sentidos (las piedras en los zapatos, ¿Empirismo?) o está más acá
o allá de ellos? ¿Se funda nuestra
existencia entonces en los sentidos
solamente o lo que no percibimos con
nuestros sentidos tiene existencia igualmente? ¿Cuál es el nexo entre los
sentidos y la ex –istencia y el sentimiento de existencia?
¿Lo que llamamos
ficción no es entonces realidad, o la única realidad posible para el ser humano
es la ficcional? ¿Cuál es el estatuto de verdad de la ficción? ¿Es posible
diferenciar realidad de ficción? ¿Todos catalogamos de igual modo lo que
es “la realidad”? (mira esas piedras,
ponlas en tus zapatos y ya me dices)
¿Depende nuestra existencia del
reconocimiento del Otro? (ley
dialéctica que Lacan va a buscar en Hegel: esta ley que querría que, en el
discurso, el sujeto no pueda asumir su ser sino por la mediación de otro
sujeto. Lacan la llama la ley dialéctica del reconocimiento). ¿Es posible realmente alguna certeza sobre la existencia
cuando estamos enfrentados a una realidad
cambiante? ¿Es posible conciliar el ser o
su defensiva engañosa “fijeza” (Parménides) con el devenir (Heráclito), y si lo
es, cómo hacerlo?
¿Hay un
principio?, ¿hay un final, de la obra, metáfora
de la vida? ¿Dónde y cómo se establece
el límite? ¿Alguien sabe con certeza de donde viene y a dónde se dirige, o
quién y por qué realmente “ha sido puesto” en la vida? ¿O más bien estamos
todos atravesados por las mismas preguntas?
Todos esta
interrogantes están condensados en este brillante fragmento de “Voces en off”,
y quizás muchos otros que yo no he sabido percibir,y desarrollados magistralmente
en toda la obra.
Vladimiro _ “…nosotros…
no sé si existimos sin ustedes, y ustedes…Bueno…ustedes en realidad…que
importa. La diferencia entre los que estamos aquí y los que están ahí , es que
unos creen que existen y otros “lo saben
con total certeza” ¿Lo saben? ¿Con certeza? ¡Bah, qué importa! Quien es quien y
sobre todo, dónde”…
Estragón -“No
sé qué pensarás tú pero yo existo; mira que dos hermosas piedras tenía en mis
zapatos. Si las piedras son piedras y yo
siento dolor en la planta de los pies…eso lo aclara todo”
Vladimiro(al
público)-No le hagan caso:
nunca ha sabido de donde viene ni a donde se dirige. Ni siquiera sabe quien lo
ha puesto ahí, en el suelo buscando unas piedras que jamás han estado en sus
zapatos.
Para nosotros solo se han escrito las
preguntas. Para las cosas idénticas se nos han dado nombres diferentes. No
nos echen la culpa de que alguien haya decidido separar lo real de lo que -algunos así quieren creerlo-no lo es. Esta es
mi realidad yo no los veo, tal vez solo al final… ¿quiénes serán ustedes? Y si
hoy no hubiese venido nadie aquí? para qué serviría este espectáculo?
Estragón _Pero… entonces ¿de qué
forma sabemos que sucede lo que sucede? porque yo sigo teniendo piedras dentro
de los zapatos.
Vladimiro_ Como acontecimiento, ¿existen la ficción y la mentira? ¿la
invención de algo que no ha ocurrido es un suceso? Lo que solamente una
conciencia sabe, o la escena que ha visto un animal, o nadie… ¿de qué forma se
constata la existencia cuando no…?(Estragón interrumpiendo)
Estragón_ Sin embargo, la realidad
se modifica de igual modo después de una ficción, una verdad o una mentira .Insisto,
mira esas piedras: o mejor ponlas en tus zapatos y dentro de un rato me dices…
…………………………
Vladimiro_ Sí, Estragón,
cada bifurcación nos deja como herencia cadenas de verdades. (Pág. 25)
Y para abordar todas estas cuestiones el poeta nos intenta llevar a esa distopia causa del pliegue, donde monta
una escena, un teatrillo, y nos propone
montarnos en ella. Si tenemos en cuenta, como él mismo nos lo dice, que todo
espacio escénico o escenario genera un espacio simbólico (pág.9) podemos pensar su propuesta con el nudo borromeo que
Lacan toma para representar al sujeto.(lo abordo más adelante)
Y así somos
elegidos, llevados por el deseo-viento texto
del Otro del lenguaje a determinados lugares de espectadores personajes que nos son
asignados al azar, en base a la
contingencia (10), para formar
parte de la comedia de la vida, a este teatrillo:
“el viento arrastra a los pies de alguien un ticket de esta obra de
teatro”…
el “ser nombrados” para desempeñar tales
papeles nos otorga precisamente
una consistencia “en ser” a nosotros seres dislocados/ plegados
Coro_ la
pérdida se disfraza con un nombre. Se disfraza la existencia con un nombre.
_¿Para todas
las cosas?
_Cuanto
existe requiere ser nombrado. (pág.111)
Una
consistencia que acalla el miedo y la incertidumbre del “no ser” que desde nuestra propia
extimidad nos acecha como falta o vacío (aunque
busquemos subsanarla en los objetos exteriores)
Y así
pagamos con nuestra libertad tener
asignado determinado lugar en la representación dramática, en la ficción que el
Otro tiene pensada para hacernos devenir personajes / títeres.
No
hay persona sin personaje, aún fuera de esta
“distopia ficcional” (* M. Fórega, 205), del poeta, de ahí que me
pregunte si realmente, como plantea el
relator: “Otro gallo cantaría si fuésemos personas en lugar de personajes;
nosotros solo existimos a través del texto. Somos seres textuales “(p.120),
¿acaso no somos todos en el teatro de la vida seres textuales, esclavos del
lenguaje, de los nombres y las ficciones
del Otro que dejan caer su peso significante sobre nosotros colaborando a
enredarnos en nuestras propias auto- denominaciones
y ficciones, con las que creemos
dotarnos de una identificación salvadora?
De forma tan bella nos lo dice el poeta:
“La
niña está intentando convencerse:
- Los nombres servirán para poder salvarnos.
-Inesperadamente
existo, alguien me piensa.
Intuitivamente se desdice.” (pág.53)
“Mira hacia el exterior, está buscando algún nombre
que
pueda definirla. Los códigos que hacen al sujeto coincidente
con
esa identidad ambicionada e inútil”
Porque no tiene nombre.
Entre
la hemoglobina del lenguaje una metáfora escolta a su verdugo
Hasta el patíbulo de las designaciones. (pág.52)
“……………………………………………………………………………..
En
el exterior los árboles se agitan, las hojas arrancadas se agrupan en
cardúmenes
y forman remolinos con la ingenua intención de mitigar
la
soledad y el miedo a su propia inconsistencia. Ella reposa su frente
en
los cristales. Observa el exterior, pero es su actuación lo único que
da
fe de su existencia porque nadie desde fuera la ve ni se oye el vien-
to.
Solamente los títeres desde su teatrillo la contemplan). (pág.52)
“La
mano del ventrílocuo embarrulla la trama de los hilos.
La
voz unánime como armazón que afianza su vacío,
Le
da a beber la exactitud de su veneno” (pág.36)
…………………………………………………………
Un
parásito habita en la palabra y toda su
elocuencia es la metástasis
de
su abreviatura.
Lo
que podría ser dicho se exilia en una arbolada
En
donde no hay sintaxis.
Pero
hasta los discursos de la huída hacen rehenes.
Gramáticas cobardes arrastran a una hilera
de remolques
Bajo
los nombres propios florecerán los hijos de las pérdidas.
Nombre historia identidad burbujas nómadas
Habitantes de conchas ermitañas
“Símbolos.
La vida busca amparo
a la sombra de los símbolos” (53)
Pero
aún así no hay esa consistencia, es engañosa:
_Hablas de un “tu” y de un “yo”
¿pero quién soy, quien eres?
_Somos los mismos siempre. Somos los
elementos de una realidad que está cambiando. Somos al mismo tiempo, los
protagonistas y espectadores.
_Pero yo necesito un presente, un
espacio para manifestarme.
_porqué no te conformas con lo que
ya eres.
_Es que no sé que soy.
_Un diálogo de fuerzas que restauran
la posibilidad, la potencia que bulle en el sinsentido. El carácter forense de
su maquinaria. Nietzsche lo plantea claramente:”Si queréis saber lo que quiero
decir, hallad la fuerza que le da sentido a lo que digo, si es preciso un nuevo
sentido”.
_No, yo existo. ¡Y necesito un
nombre!¿un nombre no un sentido!
_ ¡Un nombre, dices Eres solamente
un holograma repetido aunque tampoco importa el número de veces.
_ ¿Y entonces…¿todo esto? las
butacas, la gente…
_ Qué gente. Aquí no hay más que
sombras que repiten los tránsitos marcados.
_En realidad_ Les dicen a la vez
Davis y Brown _siguiendo la lógica de la teoría cuántica hasta el final, casi
todo el universo podría diluirse en una transitoria fantasía de sombras.
(pág.63)
La
fachada de un ser se desmorona pero detrás hay otra y otra y otra y otra y otra
y otra/ y todas como telones que cayeran ante la posibilidad de otro escenario
y hay ventanas / cerradas que conservan a seres asfixiados/….
(38 a 41, a razón de una línea de texto por página)
“La
caída interrumpe los procesos.
Los hace discontinuos”
Coloca en la intersección de tu existencia
ese cuerpo arrojado al turbulento mundo
de lo reiterativo. (pág.127)
La
división conspira. Lo extenso se desgarra.
Partículas,
dobleces, pliegues configuran
formas
de existir correlativas(pág.59)
“Parménides
se gira y en voz alta dice:
_¡Déjenlo
como está! Ahora por fin es fijo, eterno e inmutable!
_ No, no,
únicamente ha ocurrido un cambio catastrófico- le dice el doctor Thom- Los
títeres son sistemas en reposo. Tienden a la estabilidad incluso si son
sometidos a las fuerzas de un cambio. Solo cuando no pueden absorberlas ocurre
la catástrofe: un cambio que establecerá un nuevo estado que tenderá otra vez a
ser estable. ( H. Michaux
hace con mucha sorna una reverencia exagerada mientras dice)_Ah vivre dans les
plis!
(Juarroz
surge de un surco de la tiza y les susurra)
_Cuántas
veces lo roto nos anuncia lo entero. (pág.42)
Todo es
provisional en el camino de aquello que retorna.
…………………………………………………………………………………………….
Realidades
antagónicas se
mueven de un móvil a otro
…………………………………………………………………………………………..
Se muestran
como un devenir de instantes troceados, sin embargo
El nexo es
lo único que los mantiene vivos. (pág.101)
Pero no es
un desorden
sino la imperceptible
variación de un ser sensible.
Fenómeno e inicio que
impone relaciones al azar
Y se
emparenta originariamente con el caos.
Pero no es
un desorden.
Lo complejo es solamente un territorio por el
que dejan huellas
De forma
simultánea confusión y armonía
en la interacción de ambos caminos
se afianzan sus efectos
sombras de una imaginación
desordenada,
fragmentos de cristal bajo sus
párpados. (pág. 102)
“…el ser…es lo múltiple puro, “inconsistente” respecto
de todo lo que consiste, decontarse por Uno. Pero lo múltiple puro, a su turno,
si bien inconsiste, si bien es de suyo impresentable (no hay presentación más
quede estructuras, de múltiples contados-por-uno), sólo puede sertrama del no
hay cuenta: o sea del conjunto vacío, al
cual nada pertenece, que no es múltiplo de nada; de donde hay que
concluir de nuevo –axioma de la ontología– que es por el vacío por el que una situación
se sutura a su ser; o que, en todas partes inclusive, “el vacío es el nombre
propio del ser”…..El ser es infinito y el
único que lo es”(“Condiciones”, A. Badoiou .
Y
a este teatrillo, como al de la vida de
cada quien , nadie viene como dueño de sí mismo, somos todos llevados “de
manera implacable” aunque diferente, y
sin saber ni poder dirigir con precisión y exactitud ni el punto de partida, ni
nuestro trayecto, ni nuestra dirección, sin que sepamos ni de nuestro final
destino, ni tampoco del tiempo en que
seremos causa (11) si es que
aceptamos la apuesta, de este
micro-universo vivo del cual “Voces en
off” deviene enorme metáfora.
Claro,
que decir esto, es una simplificación burda de la exquisita manera poética en
que -según mi lectura actual- lo dice Alejandro Céspedes porque su obra, además
de hacernos pensar, nos sorprende y maravilla dada su enorme belleza… la cual
se espera que reverbere en cada lector
de diferente manera, tocando cuerdas particulares de su no-ser que a su vez
posibiliten otras lecturas.
“no
todas las vidas se abren de igual modo. Reverberan.
El caos mueve el rabo de su implacable lógica. Alguien abre su boca
y mira la planicie d eun mundo desvastado.
Lleva en lso albios una motosierra.
Todos
los árboles del mundo están rezando.
A lo lejos se escucha un tren que
avanza
o
retrocede
Su
dirección no es en realidad lo que
importa,
hay
un abismo
al principio
al final
de los raíles
La bailarinas de las cajas de música no saben
que
acabarán perdiendo su estúpido equilibrio
Un
guiñol le pide al ventrílocuo que crea en lo difuso. (pág.51)
“Todo
muta vertiginosamente. Cada vida se muestra como un arduo
Proyecto
cuestionable…. El vacío es una condición privilegiada pues la
materia en su despótico gobierno
tratará
de ocupar cualquier volumen que sea abandonado.
El
títere es un sujeto detenido tal vez solo un instante
entre otro instante,
encallado
en lo que intuye inaccesible permanece, en lo
que está inconcluso
se desborda.
A
tientas se bautiza en lo que falta, delinea el contorno, dibuja los
perímetros,
no sabe
que entre los atributos de la ausencia está el reconstruirse
a partir de sus deformaciones
se desata,
se amputa,
se fracciona.
Ahora hay un ser plegado sobre su propio cuerpo en mitad de la escena
Un andrajo que desde su oquedad
recuerda
y llora
en liberticia intento
hacia la nada. (pág.34)
El
Universo de la Otra escena imaginario -simbólico con el que todos por decirlo de una manera, a cuestas, ya que
está generado por nuestra entrada en el Lenguaje es por excelencia poético ya que como dice Lacan: “el inconsciente está
estructurado como un lenguaje”. La obra de Céspedes da cuenta de la verdadera
naturaleza de ese Otro lenguaje que la gente habitualmente piensa que se ubica
en las fronteras de nuestra conciencia o mente y de nuestro cuerpo, al extender
sus seudópodos y por tanto, los del
sujeto del inconsciente, más allá de lo que nuestra estrecha mente consciente
consiente: el llamado mundo exterior, El Otro está también en los códigos QR. Se borra la categoría de
espacio y tiempo con que nuestro yo se organiza y nuestro psiquismo se extiende
más allá del libro.
Céspedes
propone cada uno como supuesto el espectador tome el ticket con el lugar que se le asigna en esa
Otra escena del inconsciente, obra dramático simbólica, y que seamos capaces
de aceptar la subversión que él nos propone, y así cuestionarnos sobre el ser y el no ser, seres en conflicto
entre la fijeza tanto de nuestro yo
imaginario (lo que ves, la mirada) y nuestras
identificaciones significantes o nombres que por un lado nos otorgan un
ser en la repetición de lo mismo( una definición y cierta fijeza), pero a la
vez nos pierden dividen o desdicen. Y
también la incertidumbre de devenir (lo
difuso), que haría posible un acto más allá del acto, un acto creativo:
“…de
momento hay que saber cómo un hombre conserva su identidad a través de su
metamorfosis y su catástrofe. Y éste es asunto que vierte directamente en el
vaso del “ser”(pág19)
“lo
que ves te define y todo cuanto escuchas te desdice” (pág.41)
Aceptar
el desafío de dejar en suspenso nuestra habitual forma de proceder en base
primordialmente a la conciencia y al pensamiento racional, y a los límites o el
orden que los mismos imponen en la
organización de lo que llamamos nuestra realidad (ficción-realidad, mundo
exterior-interior, personaje-espectador, etc.) y entrar en el modo de funcionamiento del inconsciente, donde todos esos parámetros no
están presentes. Nos propone retornar al
momento casi anterior o límite de la entrada del sujeto o su nacimiento en el lenguaje, cuando la marca significante
de la castración en el cuerpo (cuando se instaura, ya que en la psicosis no
tiene lugar), divide al sujeto entre consciente e inconsciente. Momento en que
lo simbólico impone su límite o su ley a lo real, organizando nuestro mundo en
las categorías ya citadas, separando relativamente la vida de la muerte. O al
vacío fundacional del sujeto del inconsciente.
El
poeta aborda entonces los efectos que la
castración “causa” en los diferentes pliegues del sujeto(simbólico-real/simbólico-imaginario
–imaginario/real imaginario /simbólico: su lugar de títere tomado por los
significantes del Otro con que ha sido nombrado y fijado, construyendo una
ficción dramática para darle sentido a los mismos , para darle sentido a la
vida, una ficción en la cual el sujeto presente
en los personajes y presente en tanto invisible en los espectadores es el
principal protagonista , el personaje que muchas veces deviene espectador desconcertado
y descentrado de sí mismo, y también respecto de los otros, ocupado en una
hacer donde no se reconoce o inclusive se pierde:
………………………………………………
“Todas
las soluciones esbozan un ser vivo que confunde
actuación
con existencia
Supone que en esa
multiplicación irresponsable
de
lo que firmemente cree ser el mismo
obtiene
el resultado que determina el riesgo de vivir, pero no admite
que
es la misma cosa aquello que el abraza y
le rehúye
………………………………………………………….
Se
convierte en su propio palimpsesto
……………………………………………………
Hace
un selfie de una botella vacía
y
en su esencialidad se regocija.(pág113)
y
un hacer al cual muchas veces otra parte de sí se opone, sabiendo a medias o
sin saber los porqué.
Una ficción teatral que también se arma u
organiza en una sesión analítica en el
aquí y ahora de la misma, pero que borra también el tiempo cronológico mezclando pasado-presente
y futuro, y la delimitación espacial que lleva a cabo nuestra consciencia:
“Encontrar
el callejón, y perderlo pude producirse varias veces al día, en un mismo día,
una sola vez en toda la existencia, o nunca. Puede ocurrir de forma simultánea
que varios sujetos aunque no sean conscientes de esa coincidencia, de tal modo
que la persona tiene la percepción de no estar jamás sola en el teatro, pero es
incapaz de encontrarse a sí misma o situarse en él. Por eso el patio de butacas siempre parece vacío aún
cuando se tiene la certeza de estar dentro y mirando la función. Es como al intuición de que hay
muchos otros a os que simultáneamente les ocurre lo mismo. Es posible que estén
allí también pero no son visibles.
………………………………………………………………………………………
En
ocasiones ocurre que alguien del público se observa a sí mismo desde el
escenario viendo la escena que está desarrollándose, como un ser duplicado.”
(pág.22)
Uno
se pierde tantas veces en el devenir del teatrillo de su vida e incluso como
protagonista o personaje no sabe mucha veces donde está parado ni qué determina
su acción, a veces hasta se siente un simple espectador de su propia vida,
sobre la que no logra tener control. Hay una parte de mi mismo que me es
completamente extranjera y vacía de sentido, y eso determina que no pueda
saberme ni verme todo el tiempo a mí mismo, cuando me aprehendo en un ángulo me
pierdo en otro, cuando me veo en un espejo, me pierdo en multiplicidad de otros,
cuando creo haberme entendido allí, me doy cuenta que no es tan así, o surgen
otras variables que me obligan a intentar volverme a pensar y tratar de
entenderme, y tengo que empezar de
nuevo.
El patio de butacas vacío, los personajes que no ven a los espectadores,
los personajes escindidos de los actores, etc., nos ubica en una escisión que
determina un juego de presencias-
ausencias, apariciones -desapariciones, transformaciones simbólico- imaginarias
y viceversa, organizado en torno a un vacío. Es interesante la dualidad personaje-actor de cara también a la entrada
del sujeto en lo simbólico, ya que con ella se establece la temporalidad , tema que ya hemos abordado: el
tiempo pasa y envejecemos en tanto personajes , protagonistas de una historia o
distoria al decir de Lacan (discurso e historia), pero el actor parece encarnar
un supuesto ser no marcado por la castración, por la entrada en el Lenguaje ,
un ser detenido antes del tiempo, un sujeto que se mantiene ¿igual a sí mismo? en
otro tiempo sin límites , ya que nunca
envejece, alguien sin una vida , sin un personaje, ya que para tener una vida hay que tener antes una
muerte, la propia perdida de la inmortalidad que advine con la marca de lo
simbólico.
Por eso precisamente son los personajes los que mueren: solamente una
vez hay marca simbólica rasgo unario de comienzo o nacimiento, puede hablarse de sucesión temporal. Pero, nos dice
el relator, ni el actor ni el personaje se dan cuenta de lo que ocurre en el
otro, ni tampoco nadie del público “difuminado en seres transparentes”, pues
cada personaje que muere en el texto es sustituido por otro de inmediato y el
ciclo de la representación –vida continua. ¿Acaso no damos cuenta de este
despedazamiento que anida en nosotros mismos?
Nos enfrenta así Céspedes a la total insignificancia
de nuestra ida, somos solo un cuerpo que prestamos para encarnar nuestros
personajes, los cuales a su vez tampoco
tienen mayor importancia, ya que somos sustituibles (y cada vez más) y encima transparentes, lo cual implica que
ni la mirada nos da existencia, si ex –sistencia, de hecho también el
significante sombras aparece mucha veces. Y aún entrando en la cuenta (en el
cuento, ficción) del Otro merced a ese rasgo unario, que nos brinda además un
semblanteS1àS2,
somos el innúmero, la falta (¿S1 que no
hace cadena, letra?)
(Todas
las voces gritan)
Eres
virtual, simétrico, extranjero. Eres completamente transparente.
Eres
tu quien se levanta y quien se queda.
El
que se mira y el que se da la vuelta.
El
que ve que se ve cuando está yéndose.
El
que grita a su reflejo y no se oye.
…………………………………………………….
…………………………………………………..
Solo
eres un usuario del cuerpo que te asignan.
Un
cliente del vendedor de pócimas.
La
escala en que te mides no es humana. (pág.96)
Coro_
No tienes nombre. No puedes ser mostrado ni expulsado. Tu mismo eres tu prójimo
y no hay intermediarios en la supervivencia.
El
tu innúmero .El fragmento de un cuerpo desgarrado que aspira a la imposible
semejanza……………………………………………………………………………..
………………………………………………………………………………………
Un
exposición donde la obra no son las esculturas
en mitad de un espacio, sino solo la sombra que cada una proyecta sobre un
suelo cambiante. Aprenderás a vivir de
forma permanente en la escenografía de un sueño inacabado, mientras en lo
profundo del patio de butacas unas manos a oscuras aplauden al indigencia de
sus propias sombras. (pág. 103)
Fuera
de ti miles de voces grita.
Soy el intermediario de tu prójimo.
El
testamento de lo que no ah ocurrido.
El tú innúmero
……………………………………………
Vuelvo
para hacerte pensar en lo excluido. (pág.101)
Recuerdo
aquí la referencia a lo necesario de la estructura del discurso para la
emergencia del sujeto. El S1 requiere del S2 para que se produzca el efecto
sujeto; no hay sujeto fuera del lazo social. Pero de esa alienación necesaria
siempre queda un resto. No hay Uno sin el Otro y el resto que es “a” motoriza
la ex -istencia. (12)
Nuestro
funcionamiento psíquico habitual está organizado en función de estas categorías que denominan mentales, pero ese otro modo,
que es al cual el poeta retorna a medias cuando realiza su poiésis, es el
del inconsciente, el del proceso primario que funciona con energía
libre como le denomina Freud , reino de la metáfora y la metonimia, (por
oposición al del pensamiento que entiende como secundario, que funciona con
energía ligada a las representaciones), y al cual se puede regresar a medias además de
en la creación, en una sesión de
análisis intentando también vaciar-se de lo viejo, lo siempre lo mismo, de ser el
títere sometido a los deseos y significantes del Otro que nos dejan fijados a
un lugar en el fantasma, para dar lugar a una recreación.
Y
retornar a ese funcionamiento es lo que nos propone esta obra de Alejandro
Céspedes, ubicados en un a-lugar (donde
quizás la butaca para estar sentado sobre, ya que , ¿se puede leer esta obra estando asentada?), cada cual deberá hacer su propia a-puesta ( a del objeto a
en psicoanálisis, nombra el vacio de objeto), de re-creación para poder
a-bordar la misma, o a-bordear el vacío/o
atopía donde el vacio del lo real se encuentra en un pliegue con lo simbólico y en otro con lo imaginario,
sobre los que se construye la misma, y llevar a
cabo el propio acto creativo o poiesis , se nos exige abrirnos a parámetros inaugurales: ir más allá de
nuestra razón y conciencia e incluso del propio inconsciente.( El Arte, utiliza
lo imaginario para organizar simbólicamente ese Real que está entre lo Real y
el Significante) , ese “informe
espacio escénico-simbólico”, para los alfareros de la ontología del que ya
hemos dicho que nos habla A. Céspedes
(pág.9).
Se espera de nosotros en la andadura de este
libro, un “verdadero acto creativo en el aquí y ahora en el que nos recreemos,
solamente así, luego de haber entrado en esta experiencia poética “y haberse, más
que leer, dejarse leer y rehacer o recrear, una no puede
salir…igual, en fin, que quizás no puede salir-se, ella la lleva a una
consigo y/o una la lleva a ella con una:
“ la salida si es que la hubiera, no ha
sido confirmada. Los mecanismos por los que se pone en marcha el abandono de
este estado son desconocidos: Ningún sujeto ha sido capaz de referirlos”.
Entonces, ¿qué haremos?, ¿seguiremos como
repitientes o devendremos actantes ?¿Nos quedaremos ahí solamente
“recordando y llorando cual el títere en su liberticida intento,
hacia la nada? (pág.34)
repitiendo ad infinitum o dando vida ( dando
vida ¿dando vida, o más bien muertos en vida?) a una escena o ficción fija(el
fantasma en psicoanálisis) de nuestra vida, fijados a los significantes del
Otro, “a un tiempo lineal continuo, estático y en un lugar inalterado e
inalterable, siendo personajes de un teatro(espacio escénico formal (M:
Forega,205,206)eterno :
“que tiene siempre encendidas las candilejas
del escenario, que siguen siendo desde tiempos inmemoriales, precisamente, las
mismas: lámparas de aceite que nunca se agotan (pág.21) y donde las representaciones se repiten en un
ciclo continuo, día y noche, a todas horas, donde los actores no envejecen nunca…”(pág.22)
“…es siempre el mismo, y también lo es
para los personajes, que aunque no lo
adviertan permanecen en el campo escénico y
la repetición y el reconocimiento de este espacio no se realiza desde
afuera, sino desde la constatación angustiosa de contemplar siempre el mismo
lugar y vacío”, referencia al topos aristotélico del horror vacui. (205,206)
por no ser capaces de soportar el vacío… de los
significantes del Otro:
“El vacío es una condición privilegiada…pues
la materia en su despótico gobierno
tratará de ocupar cualquier volumen que se abandonado”(pág.34)
(San
Agustín se arrodilla ante el cuerpo del títere que yace doblegado sobre el
suelo. Se acerca y le susurra en el oído).
_ Desconfía
de las matemáticas y de todos esos profetas del vacío; existe el peligro de que
hayan pactado con el diablo.”(pág.37)
“en lo que parece ser un taller de un
taxidermista un grupo de autoridades filosóficas y literarias (obsérvese que no poiéticas, la poesía requiere el
vacio y lo real, no solamente lo imaginario y simbólico que esas disciplinas
encarnan) vacían un caballo , “pero su
naturaleza no soporta semejante vacío, con lo que los conceptos de imitatio y
representación como anclas de la literatura y el arte no sólo son puestos aquí
en evidencia, sino que las palabras de Platón
definen con toda crudeza retórica su obsolescencia. Dichas con una gran
carga crítica, ponen en evidencia la absoluta falta de progreso de la
literatura actual”.
“Platón- eso no es nuevo, Thom. Lo vengo
repitiendo desde hace dos mil cuatrocientos años. “las formas siempre han sido
anteriores y se imponen y se imponen desde el exterior a la materia. Y aquí
seguimos rellenando cuerpos, pág.33
Es condición
privilegiada para crear-se ya que sin vacío no hay lugar a lo nuevo. Lo es por
tanto, porque permite la apertura a la
vida, pero también puede fijarlo a la
muerte, y es en ese sentido cada vida se muestra como un arduo proyecto
cuestionable: si no incluye el vacío en su existencia, o se acobarda por la
incertidumbre que este supone, el sujeto vive atrapado en la repetición de lo
mismo, por lo tanto no se pro-yecta, pero si lo incluye en su ser(no-ser) o ex -istencia y no sabe qué ni cómo hacer con
el mismo, o le es imposible hacer algo
con él, tampoco se pro-yecta. De ahí que el único lugar (vacio) que permite un mínimo de libertad al títere que
todos somos, está en el acto (creativo), pues solamente éste da lugar a algo nuevo, tal como
el poeta parece sugerirnos en el título del acto I. Y a estar vivos nos invita
A. Céspedes con su propuesta de una poesía en movimiento, en recreación, una
poesía viva.
Tanto la vida de
un sujeto que se torna repetitiva o monótona, como el lenguaje poético si no
innova se tornan muertos.
El
poeta nos propone entrar en una obra que es Teatro cómico: ¿la comicidad de nuestra ex -istencia?,
¿la comicidad de la creencia en nuestro dominio sobre la misma? ¿ la comicidad
de un lenguaje que no da vida, y nos hace títeres? realizado por una compañía
que se denomina “Títeres El pliegue”, que somos todos nosotros, unos títeres-pliegue,
sujetos divididos, plegados en consciente-inconsciente $, nacidos o resueltos
de ese primer pliegue, (que da lugar a multiplicidad de ellos), al cual en términos
psicoanalíticos podríamos denominar la castración: encuentro primero del
lenguaje con el sujeto como ya desarrollamos anteriormente, que es sin lugar a
dudas como lo denomina Alejandro C. la “primera catástrofe elemental”, pliegue
o flexión donde el sujeto…de la conciencia, se abisma en su ex-istencia.
“Nos coloca a
su vez en el centro de una psiquis escindida” dice M. Fórega(204), y agrega que
“Céspedes da un paso más allá de del “Je est un autre” de Rimabaud para sugerirnos su uso en plural: “je est uns
autres”, que se escinde, se disocia y hasta se representa a sí mismo en los
Otros. Dentro de la concepción Thomista, la existencia es una catástrofe
elemental -también en la psicoanalítica, aunque se le denomine
castración-Céspedes reproduce esta síntesis en la pág. 58 a través de las voces
del coro:
“Toda
existencia es en sí misma una catástrofe” y las escisiones del ser que contiene
configuran otros tantos pliegues, otras tantas bifurcaciones”.
Y
“…podemos catalogar “Voces en off” como una obra emocionalmente horizontal, en
la que la única contrición (si es que cupiera alguna palinodia) estriba en
descubrir la presencia arrebatadora del lenguaje de la escisión; o, dicho de
otro modo, la reiterada ausencia del ego sum en el Otro y el desplazamiento
irrevocable hasta las segundas y las terceras posiciones pronominales” (pág,
200, M. Fórega)
¿Cuál es la libertad del títere que todos
somos? La libertad está solo en el “acto” creativo parece decirnos A. Céspedes
coincidiendo con el psicoanálisis: hay en la obra un Acto I que aborda la “La libertad del títere (la noción
de “acto)”.
Este dejarnos en suspenso me remite a tres aspectos: a dejar en suspenso la existencia cotidiana, la realidad habitual del lector, para entrar en la ficción del drama poético que el poeta nos propone, a dejar en suspenso al lector pasivo y a la concepción unilateral del “sujeto que lee una obra-objeto en un espacio-tiempo fijos o determinados” , para crear-se uno que sea capaz de poder ubicarse y recrearse en multiplicidad de lugares(lector, actor, personaje, espectador),de espacios y de tiempos, reproduciendo nuestra verdadera forma de no- ser y estar en el mundo: la de sujetos escindidos (la spaltung original en Lacan) , ya es así como los seres humanos nos posicionamos en nuestra realidad, aunque no seamos conscientes de esas multiplicidad de escisiones que impiden realmente cualquier unidad o cohesión y por tanto permanencia del ser(la unidad del yo es solamente imaginaria).
La recursión a la cual el poeta recurre para borrar los límites espaciales entre interior-exterior, temporales entre presente, futuro , los límites entre ficción y realidad(“la casa dentro de la casa, el teatro dentro del teatro, la realidad haciéndose un hueco en la ficción y viceversa, el cuadro dentro del cuadro, el ser dentro del ser” (pág. 199), me recuerda la propuesta que hace Cortázar en su magnífico cuento “La continuidad de los parques”, pero en el caso de A. Céspedes esa suspensión conmueve no solamente la relación bidimensional de la ficción y la realidad, del lector y los personajes, que permite el formato libro clásico, sino a la tridimensión que todos somos, en la medida en que su propuesta es del orden del acto, solamente somos ahí (el ser) en el acto creativo que supone abordar este libro, ya que en tanto actantes “hay que poner el cuerpo”.
La tercera posibilidad a que me remite “el que nuestra existencia queda suspendida mientras dura la obra”, es a que nuestra creencia y nuestra vivencia habitual respecto a nuestra existencia como algo continuo , lineal , unitario queda suspendida, ahí ex -istiemos quedamos por fuera de aquella otra. El sujeto del inconsciente, carece de ser, y solamente se lo puede situar en el intervalo significante como plantea Lacan (13)
Una siente que la intención del poeta es ubicarnos en el vacío mismo donde se origina la obra, donde tiene a-lugar y sin el cual es imposible un verdadero acto poético, donde se terminan las verdades-ficción del Otro y lo insignificante da lugar al vacio que posibilita la poiesis: “Lo que limita con lo verdadero no es lo falso, sino lo insignificante”, dice Céspedes citando a René Thom.
¿Damos entonces el salto al vacío al cual el poeta nos enfrenta, para recrearnos e ir hacia un nuevo estado del ser, otra vez provisional, pero no por eso intrascendente o sin consecuencias subjetivas? ¿O nos quedamos asentados como nos dice Céspedes tomando a Husserl, en nuestro cómodo y repetitivo papel de “funcionario de la humanidad”, sin abdicar como lectores de nuestro “aprendido rol en los brazos de nuestras cómodas butacas” ( pag.11).
Y entonces,
ya con nuestros tickets en la mano,
siempre y cuando nos hayamos dispuesto a cogerlos del piso, a nuestros pies, donde
han sido arrastrados por el viento del Otro, hemos de tener en cuenta antes de entrar, una advertencia más que nos realiza el narrador citando a Badiou:
“una representación es una indagación sobre la
verdad. La pereza es el único vicio al cual el teatro, que los conoce todos, no
puede acomodarse”
Aún estamos
a tiempo de decidir si queremos de a de
verás poner pié (“ponernos de pié”) en la obra, sabiendo que algo de
nuestra verdad subjetiva será conmovida,
algo en nuestros manera de pararnos ante las múltiples manifestaciones de eso
que llamamos “la realidad” y la realidad poética también, o preferimos seguir haciendo
lugar a la pereza y seguir dormitando, o directamente durmiendo.
EL PLIEGUE
COMO a-TOPOS DONDE HA LUGAR TODA EX –ISTENCIA Y TODA POIÉSIS, DISTOPÍA DONDE SE ORIGINA LA CATÁSTOFE DE LA
IMAGINARIA UNIDAD DEL SUJETO DIVIDIDO.
EL SUJETO Y
SU INCONSISTENCIA: EL SUJETO DIVIDIDO.
“Coro-“Toda existencia es en sí
misma una catástrofe. Un tiempo que está continuamente perdiendo el equilibrio.
El paso de un estado hacia otro estado que no permite nunca volver al
anterior…Las formas se pasean pro al morfogénesis del desequilibrio sabiendo,
aunque traten de ignorarlo, que el fines desplomarse.
La estabilidad tan anhelada desfallece. Los títeres siguen con su plan para ocupar la
casa de muñecas. Buscan reproducirse en los espejos antes de
la caída e inventan un idioma para que pueda ser leído mientras vuelven
aquellos que aún intentan resistirse.
El cree enlo difuso.
Es culpable
y aún no sabe arder .(pag.55)
“Voces en off” el primer libro del
proyecto “Las 7 catástrofes elementales, 7 teorías sobre la existencia que
Alejandro Céspedes se propone escribir. Cada uno gravitando alrededor de una
fórmula y del concepto de su correspondiente catástrofe.
Céspedes toma e concepto de
pliegue de René Thom y de su teoría de las siete catástrofes elementales, “las
cuales son formas topológicas
elementales, cada una de las cuales tiene una representación geométrica
determinada por su respectiva ecuación matemática”, como nos manifiesta el propio poeta en la Introducción a su
libro. “Esa fórmulas matemáticas, expresan los cambios repentinos que ocurren
en un sistema y que, alterando su
estabilidad, hacen posible que continúe siendo estable en un estado diferente”.
“El término catástrofe designa el lugar exacto donde un estado
cambia bruscamente de forma o configuración. Una catástrofe es cualquier
transición discontinua, una irregularidad, que ocurre cuando un sistema puede
tener más de un estado estable. Fue Christopher Zeeman quien dio a esas irregularidades el nombre de
catástrofes y construyó al máquina que reproducía esos saltos bruscos o cambios
catastróficos que, en palabras de, René Thom , construyen un paso de frontera a un nuevo estado”.
El término catástrofe, como anteriormente dejé
explicitado, podríamos tomarlo para referirnos a lo que en psicoanálisis es la entrada del
sujeto en el Lenguaje , su encuentro con lo “lo real” es catastrófico, pues
provoca un corte, castración, caída o
muerte, negatividad , la falta
del propio sujeto respecto de sí mismo, es la primera catástrofe ex -istencial que da vida al
sujeto pero extrañándolo ya de entrada para siempre de una parte de sí mismo,
esa que llamamos lo real, lo originariamente perdido, debido a que el símbolo
mata la cosa. De aquí en mas solamente
habrá de poder hallarse, y solo
puntualmente, vía metonimia, entre los intercisos significantes: “el
significante representa a un sujeto para otro significante”. A la vez, al
pliegue podríamos asimilarlo a lo que lo entendemos como castración,
aunque plegar no es exactamente lo mismo
que cortar, e incluso quizás el pliegue nos sirva para entender mejor la propuesta de la entrada mítica del sujeto en
el Lenguaje, por cuanto nombraría mejor el enlace de ese real con lo simbólico.
El sujeto va a ser nombrado, y por tanto alienado o incluido en parte en el
significante, pero a la vez no todo(operaciones
de alienación y separación en Lacan constitutivas del sujeto psíquico, ( esto es, sujeto de lenguaje
y al lenguaje, que queda entonces
dividido entre consciente –inconsciente. Esa parte de sí que no es articulada
vía significante, que cae como real: la cosa que el símbolo mata, va a caer
pero no va a quedar desprendida de lo simbólico (excepto en la psicosis o en el
autismo), sino articulada vía metonimia a los simbólico; podríamos decir que el
pliegue da buena cuenta de este enlace o empalme entre los S y lo R, del nudo RSI. Así el propio sujeto va a poder
re-encontrase vía metonimia, luego de ese corte que lo ubica por fuera de sí
mismo como real perdido (exitimidad en Lacan), y por tanto ex –istiendo.
Ex-istencia
que nombra la negatividad o real sobre la que se teje la red significante que
le da cierta cobertura (solo simbólica) en ser,
al ser.
Al
orden simbólico se opone, podemos decir, el desorden imaginario. En lo
simbólico, cada cosa, cada elemento está en su lugar; incluso, únicamente en lo
simbólico hay lugares propiamente dichos.
En lo imaginario, por el contrario, los elementos intercambian su lugar, aunque los lugares no se distingan, y no es seguro que los elementos mismos se distingan en tanto tal. No hay en lo imaginario elementos discretos, separados, como hay en lo simbólico. Es en esos términos que Lacan describe las relaciones entre el yo y el otro, que no es más que su propia imagen en el exterior. El yo y el otro se apoyan el uno en el otro, rivalizan, se hacen la guerra, no encuentran entre ellos más que equilibrios inestables, aunque lo imaginario aparece marcado de una inconsistencia esencial, por no ser más,dice Lacan una vez, que "sombras y reflejos Lacan, J., Seminario sobre "La carta robada", Escritos 2, op. cit. p.5.En cuanto a lo real, está fuera de la división entre orden y desorden. Él es, pura y simplemente.
Sobre el nudo borromeo donde
Lacan articula RSI (real , simbólico, imaginario brevemente diré que :
Si lo Real está excluído del sentido, la mentalidad
neurótica derivada del Nudo Borromeo definirá un Real que en tanto imposible e
infranqueable se enlazaría a los otros dos registros. Dice Lacan en RSI que el
nudo no es un modelo, es una escritura de lo Real. Y dice que se trata de un
nudo bien Real aunque solamente reflejado en lo imaginario. Lacan habla de
achatamiento del nudo en tanto a este nudo se lo imaginariza. No tenemos
constancia del nudo sino del imaginario. No se llega a lo imaginario sin Real y
sin Simbólico. Para que haya mentalidad tiene que haber senti-mentalidad. Dice
Lacan en RSI, (clase 1, 10/12/74).
Los tres
registros, presentados como lo simbólico, lo imaginario y lo real en 1953 son
una constante a lo largo de la enseñanza de Lacan, es decir que son una idea
que Lacan nunca abandonará. En 1953 Lacan señala que se trata de registros
esenciales de la realidad humana , realidad que él distingue de la realidad
animal.
en su
Seminario I señala que “Nada puede comprenderse de la técnica y la experiencia
freudianas sin estos tres sistemas de referencia.” [...] La tripartición de lo
simbólico, lo imaginario y lo real -categorías elementales sin las cuales nada
podemos distinguir en nuestra experiencia- se sitúa en la dimensión del ser.”
(Lacan, 1953b: p. 119 y 393) Este ser al que aquí se refiere, que también llamó
realidad humana será re-interpretado en el Seminario 22: RSI como ser hablante
parlêtre)
Lacan
invierte la definición, sugiriendo que no se trata de un ser que habla (un être
qui parle), sino de hablar para ser (parlêtre), señalando la dependencia
estructural del parlêtre a la palabra. De acuerdo a estas referencias los tres
registros se refieren para Lacan a la realidad humana, la experiencia
psicoanalítica y el ser hablante.
EL DESEO.
“Al abrirse
el telón un carromato del que tira un caballo vaciado por los taxidermistas
aparece por el fpndo de la escena. Siempre es el mismo caballo y volverá a parecer en otros libros que aún
no se han escrito.Nunca será llamado de ninguna manera.Nadie se dirigirá a él
por ningún nombre. Solo será un caballo, nadie sabe como nació y nadie sabrá
contar de qué modo se produjo su muerte, porque tras la catástrofe de su
vaciamiento, su ruptura y su pliegue, sigue vivo.
El carromato
es conducido por un hombre que lleva
puesta la bata de alguien que fue cirujano en otra vida: Debajo de la bata se
intuye un traje raído. …………………. ………………………………………(porta) “elixires para
supervivientes Dr.Thom”.
“Déjenme que
les diga que solo la muerte es sencilla. Todo lo demás solo son breves
catástrofes……
..cuando les
hablo de catástrofe no lo hago en el sentido de desastre, pues puede ser ,
desde un punto de vista subjetivo, incluso deseable. Hasta es seguro que eso que ustedes consideran vidas, no sean sino catástrofes que bifurcaron en
otra vida más real.
Déjenme que les diga que la Teoría de las
catástrofes no ha llegado en un momento oportuno. Aquí tengo mis frascos para
los supervivientes.
Tras el
hundimiento de los llamados grandes discursos de la modernidad, y de los mini
discursos post-modernos, bien vendrá ensayar una nueva vía. No dejen pasar esta
ocasión pues si ya no hay “razón” ni “modernidad” ni “caos” como quería la
posmodernidad, ¿Qué puede haber? Yo se lo digo: no parece que haya otra cosa
que soluciones locales, y enigmáticas metamorfosis. Pero, de momento hay que
saber como el hombre conserva su identidad a través de su metamorfosis y su
catástrofe. Se lo advierto, será un saber apropiado para supervivientes, que es
lo que somos todos .En cuanto tales, solo disponemos de un futuro, y aunque
sería exagerado decir que no tenemos pasado, al verdad es que nos sirve de tan
poco que es como si no lo tuviéramos: lo único que nos ha quedado como herencia
es el nombre de las cosas. …………………………………………………………………………………………..
…en vez de hombre,
podríamos decir, máquina catastrófica del deseo. Ya nunca más diremos máquina
teológica o newtoniana. La nueva máquina tiene que saber que una misma
situación determinada, local, aquí entre ustedes, ahora mismo puede dar
nacimiento, bajo el efecto de valores desconocidos e inobservables, a consecuencias extremadamente diversas: lo que
significa que el superviviente tendrá que aceptar , si no la ética de la
irresponsabilidad, sí la de la no responsabilidad, y ante el futuro no tendrá
más espejo que la máquina del Dr. Zeeman, que da saltos imprevistos cuando
hemos puesto todo nuestro cuidado en hacerla funcionar de la manera más sensata.
……………………………………………………………………………………….
Para
terminar me van a permitir que les diga que la Teoría de las catástrofes elementales es un replanteamiento
de la teoría del deseo porque, dentro de un mundo totalmente estructurado,
desear era absurdo: la ciencia trataba de dominar nuestro deseo o entenderlo, y
entenderlo era domesticarlo: la ciencia determinista es una ciencia contra el
deseo, mientras que aquí- en esta teoría- aparecerá una variable: la
conciencia….” (págs. 147-148)
Retoma así explícitamente, en el curso de su seminario sobre el yo, la definición sartreana del deseo considerado como relativo a la nada de ser. Sartre afirmaba por su parte en 1943 que "el deseo es falta en ser…"[Y antes incluso de dar cuenta así del deseo en El Ser y la Nada, Sartre había podido también, en su primerísimo ensayo de 1936, La Trascendencia del ego, criticar al ego en tanto que objeto, el ego en tanto que trascendiendo al sujeto, el ego como lo que señala una operación reflexiva de la psicología en tanto fija bajo las especies de un psiquismo que opaca aquello que no es más que intencionalidad vacía. (3)
Así Lacan puede decir en 1958, en el curso de su seminario sobre Las formaciones del inconsciente, que "…con lo que el deseo confina, no ya en sus formas desarrolladas, enmascaradas, sino en su forma pura y simple, es con el dolor de existir", más allá entonces de todas las contingencias que hayan podido contrariar el curso de una existencia singular.
“ En “El ser y el acontecimiento”
pueden verse las diferencias entre Lacan y Badiou: lamenta que por el lugar
constituyente que le asigna Lacan a la instancia del lenguaje, piense aún en el
“espacio estático” de la estructura.Están de acuerdo en que hay sujeto, y tal
que se deja inscribir en el matema; hay verdades, y tales que hacen agujero en
el saber.La discordia: Lacan: para que la verdad esté a salvo, ahí donde ella
se enuncia, o sea en la cadena significante, es necesario que el sujeto, “punto
nulo”, se eclipse cayendo cada vez en el intervalo entre un significante y el
siguiente; Badiou: “la verdad no existe sino por ser indiferente al lenguaje”-
a la enciclopedia-, y el sujeto, ocurrencia del acontecimiento, soporta lo
indiscirnible de él, en una “aproximación finita”, mediante una nominación,
pero suplementaria, y un trayecto aleatoriamente fiel.Se percibe que entre
Lacan y Badiou resulta crucialmente un problema es el lugar del vacio: ¿el
sujeto o el ser? Lacan: el discurso de la ciencia no se deja suturar mas que un
sujeto vacío; Badiou: el vacío es lo que sutura el sujeto al ser.En otros
términos Lacan hace advenir de nuevo al ser a la presencia, en al palabra;
Badiou reconoce al suejto-raro-un “poco” de ser, pero el ser no se piensa sino como
sustractivo” .He de decir que no me quedan
claras sus discrepancias, por falta
d econocimiento suficiente de la Filosofía en gral, y de este autor en
particular. Aún así, agrego que también parecen discrepar en el modo de entender el
vacío, pero no entraré en esto aquí. (14)
EN TORNO A LA FICCIÓN, SU LÍMITE, LA POIÉSIS Y UNA NUEVA
FÓRMULA.
«Cuando Celan nos dice:
Wurfscheibe, mit Vorgesichten besternt, wirf dich aus dir hinaus
lo que podría ser traducido como
Disco, constelado de previsiones, lánzate fuera de ti. (16)
“El ser no
tiene nada que decir sobre el acontecimiento, que pertenece a
“lo que no
es el ser-en-tanto-que-ser ” –lo que no quiere decir en absoluto que el
acontecimiento no tenga nada que decir sobre
el ser … Y no resta ya entonces sino
construir el matema del acontecimiento como primer tiempo del matema de la
verdad: el acccontecimeinto hace un –múltiple por una aprte de todos los múltiples que pertenecen a su sitio y por
otra parte del propio acontecimiento….. el matema del acontecimiento es matema
de un indecible”
La condición
de ser del acontecimiento se revela, por así decir, eminentemente
ontológico, puesto que se abre sobre la nada, la inconsistencia: está en suma,
“al borde del vacío”; en su precariedad, el ser ad-viene (pag. 15)
Hizo falta que hubiera sujeto para que se
decida lo que, de lo indiscernible, es indecidible. O: “El impasse del ser [...] es en verdad el pase
[ passe] del sujeto.”…
No hay saber
del ser: sólo de la verdad, y la verdad está “en la prueba de la sustracción”. (17)
La definición que Lacan da con todas las letras al
final de "La dirección de la cura": "el deseo es la metonimia de
la falta en ser[.No podemos decirlo mejor que el deseo está acá acordado a una
falta, que es sin sustancia, que está acordado, en efecto, a S(A/), a la
inexistencia de una metáfora terminal, la que haría surgir una significación
definitiva. Lacan, J., "La dirección de la cura y los principios de su
poder", Escritos 2, 602, 620
La poiesis es el lugar de
encuentro entre A. Céspedes y Lacan, quizá son puede ser de otra forma desde el
momento si tenemos en cuenta que Lacan
comienza en su enseñanza dando una importancia fundamental a lo simbólico, al
significante y a sus efectos sobre el sujeto, para terminar dando una
importancia fundamental al final de la misma, a lo real. Respecto a lo imaginario, siempre cuestionó de manera
terminante su lugar engañoso en la cura
y en la relación analítica: no se trata de comprender ni de empatía, sino de
lectura y “a la letra”. Y trabajar con lo real requirió que Lacan fuera hacia
la poesía y hacia el lenguaje poético que no es el mismo de las elucubraciones
imaginario simbólicas, para trabajar con la letra.
No se trata de comprender la
poesía, quizás por eso el poeta nos
enfrenta al conflicto entre materia y forma, y propone hacer más que una disección, un vaciado de
materia. Para eso somos llevados
al taller de taxidermista donde están vaciando
el cuerpo de un caballo. Dice Thom :
Los físicos
son muy ingenuos: creen demasiado en la materia”, “toda morfología es el resultado de un
conflicto” (pág.33)
¿Los físicos? ¿O los poetas?
Caballo que sobrevivirá en
el último acto, ¿y cuya supervivencia es “causa” que motoriza o pulsiona (la
pusión se satisface bordeando un agujero o vacío) la poiésis. Caballo-vacío-origen de la creación, o la
poiésis misma (acontecimiento) ya que se nos dice que no es del orden del
significante, sino que está fuera de sentido:
“nunca será llamado de ninguna manera, nadie se
dirigirá a él por ningún nombre; solo será un caballo. Nadie sabe como nació, y
nadie sabrá contar como se produjo su muerte, ya que luego de la catástrofe de
su vaciamiento, su ruptura y su pliegue sigue vivo”
Y el hombre que viene en el carromato tirado por este,
es alguien que “lleva una bata blanca y que fue cirujano
en otra vida: debajo de la bata se intuye un traje raído”
¿Se tratará del poeta?
¿Muerte de lo ornamental, la
máscara imaginaria del yo en el traje raído?, ¿la bata blanca como silencio,
vacio o muerte de la representación, de
la materia, “los motivos”, el corte de un cirujano?
Opuesto a:
Todo lo inútil se hace necesario
lo prescindible unánime
lo ornamental sublime.(pág.16)
es silencio
El origen del
mundo como froma de ausencia.
el silencio
no puede manifestarsesin espacio y el espacio
como
geometría del silencio,
es un enigma también para los muertos.
El silencio
en su proyecto d egramática. (pág.135)
En ello A. Céspedes coincide
con Lacan quien en su búsqueda de un
lenguaje donde las derivas imaginarias que generalmente dan lugar a
sentimentalismos que extravían al sujeto de su verdad esencial pudieran ser
eliminadas, pasó de centrar el análisis en el trabajo a nivel significante a apuntar a lo real de lo que él denomina la
letra.
La verdad en ambos se encuentra por la vía del acto o el acontecimiento. La
ficción es verdadera para el sujeto del inconsciente: la verdad tiene estructura
de ficción dice Lacan, y lo que queda fuera no es lo falso sino precisamente lo
que no significa para ese sujeto, límite que posibilita la creación. Pues solo
lo que significa puede hacer ficción y lo que no, creación.
Para Badoiu “la verdad sigue siendo del orden del acontecimiento, o de lo
que adviene, entonces es singular. No es ni estructural, ni axiomática, ni
legal.Ninguna generalidad disponible puede dar cuenta de ella, ni es tructurar
al sujeto que se reclama de ella. No podría, pues, haber una ley de la verdad”.El
sujeto para él es excepcional. Su aparición obedece a unas condiciones rigurosas;
es además, a-sustancial e irreflexivo, “un punto [o fragmento] de verdad”.
“¿Cómo es posible un sujeto?” será entonces la pregunta que guiará a Badiou y,
específicaente en Lógicas, se formulará así: “¿por qué puede existir un cuerpo
en este mundo?” (P.539) (19)
“Estragón: sin embargo la realidad se
modifica de igual modo después de una ficción, una verdad o una mentira”…(pág.24)
Vladimiro:-Sí, estragón, cada bifurcación
nos deja como herencia cadenas de verdades”(pág.25)
“Con cierta frecuencia no logramos que el
paciente recuerde lo reprimido. Pero, en lugar de esto, obtenemos de él, si
hemos llevado correctamente el análisis, una firme convicción de la verdad de
la construcción, que posee el mismo efecto terapéutico que un recuerdo hallado”
( “Construcciones en el análisis”, 1937)
"Correlativamente todo lo que depende
del efecto del lenguaje, todo lo que instaura la demansión de la verdad se plantea a partir de una estructura de
ficción"(20)
Lacan
introduce el término demansión, (que resuena con ficción) como la
residencia, el lugar del Otro de la verdad, aclarando que interrogar la demansión
de la verdad en su morada es algo que solo se hace por lo escrito.
[…] una estructura de ficción […] es
propiamente la esencia misma del lenguaje […]” (21) y eso es lo real, quizá lo más real, un real que ex-siste (22)
“Podemos pensar el trayecto mismo del
análisis como la caída de lo ficcional, y el fin del trayecto nos deja
justamente con el problema de qué destino dar a esa ficción de saber. Para
decirlo más claramente, cito: "No se llega a lo real sino perdiendo toda
significación"(23)
Tenemos
entonces la verdad como estructura de ficción y lo real como imposible. Pero
ubicar lo imposible implica el saber, ya que lo imposible es una categoría del
saber. Y si partimos de que la verdad tiene estructura de ficción, la ficción
puede ser considerada como una relación de superposición de lo simbólico y lo
real, una relación entre el orden simbólico y el no orden real, o de lo real
sin ley. Entonces el goce no tiene estructura de ficción. Y esto sitúa el
límite a la ficción.
.
“Lo que limita con
lo verdadero no es lo falso, sino lo insignificante” dice René Thom citado por
A. Céspedes, y pienso que el ser humano hasta ahora ha tratado de darle un
sentido al sin-sentido, más allá de que
nunca termina de poder hacerlo definitivamente, pues lo real siempre escapa. Es para Lacan «lo que no cesa de no escribirse» Lo
cual me recuerda un poema de Emili Dickinson (1472):
Es Poesía, aunque no esté escrito en ningún Libro—
Los Verdaderos Poemas huyen—
_“Lo que limita con lo verdadero no es lo falso sino
lo insignificante” Les recuerda René Thom.
_De ahí al sinsentido solo hay un paso, el que
pertenece únicamente
a la poesía. Responde
Miguel Lacasta.
_Nada se asemeja tanto a la matemática de alto nivel
como la poesía. Dice Thom con al insultante seguridad de un matemático. (pág.112)
Se
trata “de considerar la matemática como verdad del ser múltiple en y por la
letra, el poder de la literalización, pero sin el entusiasmo intelectual del
problema resuelto”. Una verdad no es un sentido, sino un agujero en el sentido” (24)
_¿Todo esto ha sucedido?
_Dejadla_
Les dice Alain Badiou_ Quizás sepa que el presente no se deja reducir a su
realidad, pero convoca la eternidad en su presencia.(pág.163)
……………………………………………………………………………………
“Presencia,
que lejos contradecir el matema -como sostenía la Filosofía y
especialmente Platón-, implica también
el único número que no puede ser otro” (25)
“_Dejando de
lado los motivos, por favor, atengámonos a la manera correcta de llorar (dice
Cortázar mientras la va los cuchillos)” (pág. 34)
¿Los motivos
que nos propone dejar de lado son el
contenido o el significado de la poesía o
lo emocional / sentimental , para centrarse en la forma, y asimismo: ¿hay
una forma correcta de llorar o de escribir poesía?
Yo diría que sí y que no. Que no la hay en cuanto a un modelo fijo concebido
como eterno, al cual se forzarían los temas o contenidos, o la materia a la
cual el poeta alude, según mi lectura, cuando pone en boca de Platón
precisamente dando cuenta vía metafórica de una poesía que en tanto consiste en
simplemente rellenar de contenidos las formas fijas o inmutables y eternas,
está muerta:
“Platón-
eso no es nuevo, Thom. Lo vengo repitiendo desde hace dos mil cuatrocientos
años. “las formas siempre han sido anteriores y se imponen y se imponen desde
el exterior a la materia. Y aquí seguimos rellenando cuerpos, pág.33 de “Voces
en Off”.
Y diría que si, en
cuanto a que ex-isten formas acordes o que guardan una correspondencia con lo
que se quiera trasmitir, pero quizás ellas “se impongan” de manera inconsciente
al poeta, o el poeta sea elegido y guiado por ellas. Esto solamente será
posible, siempre y cuando éste sea capaz
de dar lugar al vacío, o quizás pliegue o catástrofe que pulsione el acto creativo, que en tanto
tal, pues toda auténtica creación
implica un conflicto y un quiebre con lo anterior. Esto es muy diferente
a tener “in mente” unas formas poéticas predeterminadas y aplicarlas a los
contenidos poéticos. Y en este sentido me vinieron a la memoria unas frases del
maravilloso libro “La lectura i la vida”, de Emili Teixidor citando a Kraus:
“En los verdaderos escritores, decía Kraus,
“la forma y el contenido son solidarios como el alma y el cuerpo, mientras que
en los otros, en los que no lo son, la forma y el contenido se ajustan como el
cuerpo al vestido”. Se enojaba, disgustaba así nuestro autor: “Como si un poeta
pudiese escoger unos temas a la manera como un sastre o un periodista presta su
estilo a opiniones ajenas. Aún hoy día, la crítica alemana no tiene idea de la
fuerza original que engendra al mismo tiempo el contenido y la forma”
Y: “un
buen libro es el que está bien escrito, y un mal libro es el que está mal
escrito. … a primera exigencia de toda literatura es la corrección, que el
texto esté bien escrito. Además el libro cuenta y produce otros beneficios
secundarios, laterales, como son la información que aporta, la seducción de las
tramas, el placer de la evasión, las experiencias que el lector vive por medio
de personajes interpuestos, etc., hasta el argumento de elocuencia procesal,
amatoria o de controversia, pero la palabra, la buena escritura, es la base, el
beneficio principal. Si la historia fuese el elemento principal, los
mensajes de socorro serían los textos más importantes de la literatura. "Insisto
en la lengua, sobretodo porque existe la posibilidad de dejarnos tentar por las
historias, el argumento, lo que se denominaba hasta hace poco “el mensaje del
libro”. Camilo José Cela ya se va a burlar del mensaje cuando va a decir
aquello de que sus novelas no eran botellas lanzadas al océano por un náufrago,
y que no contenían ningún mensaje. Karl Kraus decía: “yo solo domino el
lenguaje de los otros, el mío hace conmigo lo que quiere”. Con eso indicaba la
fuerza impetuosa de la lengua que nos habita y nos porta, y como un escritor,
un lector, ha de buscar su voz única”. (26)
La
propuesta del poeta más que como él mismo lo dice, agotarse en el poema (pág.10),
apuesta por devenir un gran acto poético (1) que en tanto acto ha de concebirse
como escénico ya que la naturaleza de en la poesía como acto el ser del sujeto
es arrasado, ya no puede mantenerse.
Al
formalismo ruso le corresponde el haber privilegiado la literalidad frente al
contenido, proponen la autonomía total de las formas sosteniendo que el objeto
de la ciencia literaria no es la literatura sino la literalidad, es decir lo
que hace de algo una obra literaria. Jakobson rechazaba el ocuparse del
contenido, y como estructuralista era
indiferente a los valores extralingüísticos.
“La poesía es solo forma” dejó escrito Eugenio
Montale…Nada puede decirse que no se haya dicho antes. Por lo tanto, debemos
deducir…que sólo la forma, sólo el estilo nos singulariza” (pág.190)
“Si la ecuación y= x 3 + ax que describe la
catástrofe elemental del “pliegue” es cierta, su aplicación al discurso deberá
tener su correspondiente morfológico en una sintaxis determinada”(pág.194)
“A la forma corresponde una semántica que se encuentra
en el centro mismo de las teoría de las
catástrofes aplicada a la lingüística” (pag.195)
Si Lacan reivindica en la línea de la
autonomía de la lengua y la autonomía de la literalidad, la autonomía del habla
en la práctica analítica, al retomar a Freud y afirmar que el inconsciente está
estructurado como un lenguaje, propicia todo el entramado lingüístico centrado
en la oposición significante-significado(oposición que está en el signo mismo),
lo cual le exige reelaborar entonces
todo el entramado del lenguaje a partir de estos tres órdenes SIR(simbólico,
imaginario y real”, para no contradecirse.
Se me ocurre
que Lacan seguramente toma del Formalismo ruso la diferencia entre el lenguaje
cotidiano con finalidad práctica de que hablaba Yablonski ligado a la
comunicación donde “sus componentes (sonidos, sintaxis, etc.) no tienen valor
autónomo, para postular desde allí la
autonomía del significante respecto del significado, oponiéndose a
Saussure que sostenía la unidad del signo lingüístico y la relación biunívoca entre
significado y significante, decidiendo la
coincidencia y la afinidad del psicoanálisis con la segunda.“Frente a
esta característica de la lengua cotidiana Yablonski se encontró que en la lengua poética
todos y cada uno de sus elementos tienen valor
propio, independiente, incluso, del mensaje" que proyectan... si es
que proyectan mensaje alguno”.
“Y este
punto me parece fundamental porque lo esencial de la lengua poética, no los
ele-mentos que la constituyen, sino la utilización particular que se hace de
ellos.
Schlovski lo
decía así: "La lengua poética difiere de la lengua pro-saica en el
carácter perceptible de su construcción".
Con lo que
ya se puede pasar al concepto de "Forma", que "no es
ya una
envoltura, sino una integridad dinámica y concreta que posee un contenido en sí
misma".
La forma poética así comprendida —añade—no se opone a
un fondo que le sería exterior Y difícil de integrar, sino que constituye el verdadero
fondo del discurso poético.
De lo que se
deduce que lo característico de la literatura (y del arte en general) es lo que
Schlovski llama "el principio de la sensación de la forma". Es decir,
"la percepción por la cual 'sentimos' la forma". O sea: en la
literatura "la forma" llama la atención sobre sí misma. De todo lo
cual resulta (y aquí hay un gran "salto" conceptual que, sin embargo,
podemos seguir) que "El arte se define como un medio para destruir el
automatismo perceptivo". Estos principios o tesis "categóricas"
nos parecen hoy de una evidencia abrumadora”. (27).
“El
lingüista Jakubinski, vinculado al grupo Formalista, plantea en 1916 una
clasificación de los fenómenos lingüísticos de acuerdo al objetivo perseguido
por el emisor en una representación lingüística determinada, y así determina la
existencia de un lenguaje práctico
encuentra su justificación fuera de sí mismo, en la comunicación. Del l lenguaje poético, que en cambio, encuentra su valor en sí mismo: es
fin y no es medio”
Así,
en palabras de Jakobson, “el objeto de la ciencia de la
literatura no es la literatura, sino la literariedad, es decir, lo que hace de
una obra concreta una obra literaria” (Questions de poétique,
1973). Dicha “literariedad” se concreta a través de procedimientos literarios,
que se justifican por cumplir una función. Para hacer ciencia literaria hay que
fijarse en los rasgos formales que llevan a descubrir las cualidades
intrínsecas de dichos materiales, hay que enfrentarlos con materiales que no
puedan considerarse literarios pero que tengan en común con la literatura el lenguaje”
La
vanguardia poética rusa y la poesía transmental
Los planteamientos de Jakubinski no sólo eran importantes como fundamento de una poética sino también para entender los intentos de la vanguardia rusa vinculada al futurismo de elaborar una lengua “transmental”. Esta expresión traducción de la palabra sura “zaumnyj”- designa, en líneas generales, una poesía donde se supone un sentido a los sonidos sin que constituyan palabras. Un lenguaje que no se refiere a nada exterior y está reducido a su pura materialidad, un lenguaje refractario al sentido.
En ese sentido, los experimentos futuristas sirvieron de apoyo a importantes estudios que el Formalismo temprano efectuó sobre el problema de los sonidos en la poesía. Jakobson publica su estudio sobre la poesía de Khlebnikov expresando, en total concordancia con Jakubisnski: “... la poesía consiste en la configuración de la palabra de valor autónomo, de la palabra autónoma, como dice Khlenbnikov”.
Por tanto, el Formalismo temprano define la lengua poética en cuanto utilización particular del lenguaje, de tal forma que las construcciones sean percibidas en sí mismas. La creación de un lenguaje transmental, que limite sus requerimientos de sentido y haga énfasis en su propia materialidad fue en poesía- el modelo que en cierta forma sintetizó esas aspiraciones.
Los planteamientos de Jakubinski no sólo eran importantes como fundamento de una poética sino también para entender los intentos de la vanguardia rusa vinculada al futurismo de elaborar una lengua “transmental”. Esta expresión traducción de la palabra sura “zaumnyj”- designa, en líneas generales, una poesía donde se supone un sentido a los sonidos sin que constituyan palabras. Un lenguaje que no se refiere a nada exterior y está reducido a su pura materialidad, un lenguaje refractario al sentido.
En ese sentido, los experimentos futuristas sirvieron de apoyo a importantes estudios que el Formalismo temprano efectuó sobre el problema de los sonidos en la poesía. Jakobson publica su estudio sobre la poesía de Khlebnikov expresando, en total concordancia con Jakubisnski: “... la poesía consiste en la configuración de la palabra de valor autónomo, de la palabra autónoma, como dice Khlenbnikov”.
Por tanto, el Formalismo temprano define la lengua poética en cuanto utilización particular del lenguaje, de tal forma que las construcciones sean percibidas en sí mismas. La creación de un lenguaje transmental, que limite sus requerimientos de sentido y haga énfasis en su propia materialidad fue en poesía- el modelo que en cierta forma sintetizó esas aspiraciones.
Qué
diferencia existe entre un lenguaje que rechaza el sentido y -por ejemplo, el
puro ruido o la música? De otra forma: ¿Hasta qué punto es lenguaje una
construcción que rechaza sus posibilidades semánticas?
Entre los Formalistas, fue Ossip Brik el que planteó en forma clara este problema en un ensayo que desafortunadamente no tuvo gran repercusión. Ritmo y Sintaxis”, leído en 1920 en el curso de una reunión de la OPOIAZ. En él, Brik escribe con lucidez: “Los campeones de la lengua poética transmental separan esta última de la lengua hablada y la transportan al dominio de los sonidos convencionales y de imágenes rítmicas. Si la estructura semántica del verso no tiene importancia, si la significación de las palabras no desempeña ningún papel, no es necesario manejar palabras: los simples sonidos bastan... En otras palabras, si privamos al verso de su valor semántico, lo aislamos del elemento lingüístico y lo transferimos al elemento musical; en consecuencia, el verso deja de ser un hecho lingüístico”.
Entre los Formalistas, fue Ossip Brik el que planteó en forma clara este problema en un ensayo que desafortunadamente no tuvo gran repercusión. Ritmo y Sintaxis”, leído en 1920 en el curso de una reunión de la OPOIAZ. En él, Brik escribe con lucidez: “Los campeones de la lengua poética transmental separan esta última de la lengua hablada y la transportan al dominio de los sonidos convencionales y de imágenes rítmicas. Si la estructura semántica del verso no tiene importancia, si la significación de las palabras no desempeña ningún papel, no es necesario manejar palabras: los simples sonidos bastan... En otras palabras, si privamos al verso de su valor semántico, lo aislamos del elemento lingüístico y lo transferimos al elemento musical; en consecuencia, el verso deja de ser un hecho lingüístico”.
Kant al Romanticismo alemán
La conceptualización del lenguaje por parte de los Formalistas es clara: énfasis en la autonomía y el valor en sí. Un análisis de la filiación de este pensamiento nos lleva directamente a la estética de Kant y su posterior desarrollo por el Romanticismo alemán.
La conceptualización del lenguaje por parte de los Formalistas es clara: énfasis en la autonomía y el valor en sí. Un análisis de la filiación de este pensamiento nos lleva directamente a la estética de Kant y su posterior desarrollo por el Romanticismo alemán.
Para
Kant La belleza deberá provocar placer sin la mediación de un concepto.
Y
Novalis plantea: Si sólo pudiéramos hacer comprender a la gente que con el
lenguaje ocurre lo mismo que con las fórmulas matemáticas constituyen un mundo
en sí- sólo funcionan entre sí, sólo expresan su maravillosa naturaleza
El
Formalismo, además de establecer las características de lo literario, delimita
al mismo tiempo la naturaleza de los estudios literarios. Dicho de otro modo,
la definición Formalista del objeto determina también la metodología de acceso
al mismo. Esta orientación debe para los Formalistas- ser exclusivamente
estructural
Los
futuristas rusos del grupo Hylaea inventaron el concepto "zaum",
Aleksei Kruchenykh en su manifiesto "La declaración de la palabra" afirmaba que la
lengua común esclavizaba y la nueva zaum hacía libres, esta lengua más
conceptual que real y vacía de un sentido racional mostraba las posibilidades de
un lenguaje transmental, la organización de la lengua alrededor de su propia
sustancia fónica” (28)
-------------------------------------------------------------------------------
Entre los huecos
de esas notas arrancadas
lee el
matemático
No sabe
que tras el
paso d esus ojos por el encerado
La niña está
borrando………………….....
…………………………………………….
El matemático lee en la pizarra
No sabe
que la niñaestá borrando las incógnitas
que él escribe en su intento d esalvarnos.
Los dedos
sobre las teclas Ctrl Supr. (págs.170-171)
BIBLIOGRAFÍA.
- García Lorca F. “Teoría y juego del
duende”. “Poeta en Nueva York”. Losada, 1949.
(1) Del ser dirá diferentes en cosas en torno al ser, algunas de las cuales
simplemente mi limitaré a citar: dirá que el neurótico tiene pasión de ser, y
eso implica que a su falta en ser responde con un exceso en sentido
opuesto, un exceso de sentido del Otro
que lo enajena respecto de su propio deseo, lo cual la obra de Alejandro Céspedes
deja muy en claro, dirá también que la experiencia analítica apunta al corazón
del ser y que la política del psicoanálisis tiene que ver con el ser, y que en
ella haría mejor en actuar desde la falta en ser. “Lacan rompe con la lógica
Cartesiana que afirma que “si pienso
soy”, diciendo que la estructura del sujeto y al dirección de la cura apunta
a un “no pienso y no soy”; “soy donde no
pienso, pienso donde no soy”, liberación del soy, lugar donde soy pensado por
el Otro ¿qué ventaja tiene dejar de ser? Siguiendo a
Lacan, decimos que la castración, no se juega en el tener sino en el ser. Dejar
de ser, lo que el Otro me proponía. No ser más ese objeto de goce para el Otro,
dejar de ser la luz de sus ojos o el
dulce Hamlet, que era para su madre. Corte con el goce parasitario, que retiene
al sujeto en posición de objeto y que le impide avanzar en su deseo”. El neurótico, rebaja su deseo a la demanda del Otro, produciendo, lo que
vemos en la clínica como cuadros de
inhibición, al confundir su deseo, a la demanda que le viene del Otro El
analista debe estar atento a registrar en el enunciado, las marcas de la
enunciación, sujeto del inconciente, en tanto lugar donde
se articula el deseo.
Wo es war soll ech werden. Allí donde
el ello era,
que el sujeto
del inconciente advenga. Allí
donde la demanda inconciente del Otro comanda, que la ley del deseo advenga.Gramática de la pulsión que se opone a la
lógica del fantasma.
En la primera, la demanda
inconciente que viene del Otro, es una fuerza que lleva al apremio
pulsional $<>D en tanto, en la
lógica del fantasma, con su lógica de incompletud, articula el deseo, en tanto implica un significante que representa
al sujeto y un objeto causa del
deseo. $ <> a.
Que la pulsión tenga su
objeto de satisfacción, pero no fijado a un goce parasitario, que pueda
bascular entre lo real de la pulsión y el reparto de nuevos goces. El fantasma,
cuando no está degradado a la demanda del Otro, sostiene el deseo, de lo
contrario reproduce la estructura de la demanda pulsional, tapona la falta.”De la inhibición a la realización del ser”, Silvia Pipkin, efba.org
(2)
La onto [ser/ente] logía [estudio/ciencia de] versa sobre lo
que define al ser humano, en cuanto Ser, lo que lo separa de los otros animales
no humanos y de la “naturaleza”, en busca de una esencia que forme un mismo
conjunto con un fuera-de-la-naturaleza (Lacan 2007: 13). La henología viene del
término henosis (ἕνωσις) que significa
“singularidad”, “unidad”, “unión” o el que no es dos, porque es en última
instancia uno. Su esencia no se reduce al ser o a lo que a partir de él fue
clasificado, más bien ve la existencia como creaciones y repeticiones
constantes. En “La
henología y la ética del psicoanálisis”, Bruna Camillo, conlaa.com, 27 julio
2016.
(3) Lacan:
de la ontología a la henología. Usos lacanianos de la ontología, Clotilde
Leguil, Virtualia, diciembre 2013.
(4) Manuuel
M artínez Forega en “¿Omnia vincint verbum? Un estudio sobre voces en off”
incluido al final del libro, donde además plantea que también se lo podría
catalogar de ensayo dramático-poético.
(5)“Diego Sánchez Aguilar , “Voces en off”, en “El coloquio de los perros”, weebly.com
(6) « Entonces , se produce
un vértigo para los filósofos mismos, que es el vértigo mismo de la dialéctica.
Porque el ser es lo opuesto de la apariencia pero también el ser no es otra
cosa que la apariencia, una cierta modalidad de la apariencia. Entonces es esta
fragilidad intrínseca al ser la que justifica la invención de un término que
reúne el ser y la apariencia, el termino semblante. El semblante es una palabra
que utilizamos en el psicoanálisis y con el cual tratamos de ceñir lo que es a
la vez ser y apariencia de manera
indisociable. Hace tiempo traté de traducir esta palabra en inglés con la
expresión make believe. En efecto si se cree en ello, no hay diferencia
entre la apariencia y el ser. Es una cuestión de creencia.
Entonces mi tesis, que es una
tesis sobre la filosofía a partir de la experiencia analítica, es que los
griegos, justamente porque han lidiado eminentemente con este vértigo, buscaron
un más allá del ser, un más allá del semblante. Lo que nosotros llamamos lo
real es ese más allá del semblante, un más allá que es problemático. ¿Existe un
más allá del semblante ? Lo real sería, si lo queremos, un ser pero que no
sería ser de lenguaje, que estaría intocado por los equívocos del lenguaje, que
sería indiferente al make believe.
Este real, ¿dónde lo encontraban
los griegos ? Lo encontraban en las matemáticas y en otras partes; desde
entonces en que las matemáticas continuaron como continuó la filosofía, los
matemáticos se dicen siempre con gusto platónicos en el sentido que no piensan
en absoluto que crean su objeto sino que para ellos deletrean un real que ya
está allí. Y eso, eso permite soñar, en todo caso hacía soñar a Lacan.
Lacan hizo una vez un seminario
que se titulaba De un
discurso que no sería del semblante » [iii]. Es una fórmula que
permaneció misteriosa incluso una vez que el seminario fue publicado, porque el
título de este seminario se presenta bajo una forma condicional y negativa a la
vez. Pero bajo esta forma, evoca un discurso que sería de lo real, es eso lo
que quiere decir. Lacan tuvo el pudor de no decirlo bajo esta forma que develo,
lo dijo bajo una forma solamente condicional y negativa : De un discurso que
sería de lo real, de un discurso que tomaría su punto de partida a partir de lo
real, como las matemáticas. Era el sueño de Lacan poner el psicoanálisis al
nivel de las matemáticas. ….. ¿Cómo se accede en matemáticas a lo real, porqué
instrumento ? Se accede por el lenguaje sin duda, pero un lenguaje que no hace
pantalla a lo real, un lenguaje que es lo real. Es un lenguaje reducido a su
materialidad, es un lenguaje que está reducido a su materia significante, es un
lenguaje que se reduce a la letra. En la letra, contrariamente a la homofonía,
no se encuentra el ser, being, in the letter is not being that you
find, es the real » Un discurso que sería de lo real « Leer
un síntoma » jaques Alain Miller, amp.blog.
(7) “El acto (a
secas) ha lugar de un decir, cuyo sujeto cambia” (Lacan, J. , “El acto
psicoanalítico”, en Reseñas de enseñanza. Hacia el tercer encuentro, Buenos
Aires, 1984, p.47.)
Es
una breve definición de Lacan que conjuga tres términos para darnos una lógica
muy precisa de la especificidad del acto. No hay acto sin un decir, sin una
enunciación en el campo del lenguaje. Y es por el acto que el sujeto de ese
decir, de esa enunciación, se modifica de un modo irreversible. Ahí donde hay
acto hay, pues, enunciación y hay modificación subjetiva.
El
acto, tiene que ver con la determinación de un comienzo, con algo nuevo, y con
un cambio de posición en el sujeto, que es una renovación. No hay acto sin
Otro - es decir, sin las coordenadas simbólicas en juego - para ir más allá de
ese Otro. (ficción es la vía imaginario-
significante , y acto poético el salto más allá de esa vía) En el
momento del acto, no hay Otro ni hay Sujeto. El acto excede la articulación
significante, hay acto donde la cadena significante falla. Cada acto tiene relación
con la verdad e implica la puesta en juego de la función paterna
bordeando el vacío del objeto a. En el acto se repite el significante que
representa al sujeto, es donde el significante estaría más cerca de
representarse a si mismo…..Lo que se revela en el momento del acto es que el
“objeto a” cumplía la función de darle consistencia al Otro en el fantasma,
entonces lo que se revela es la inconsistencia del Otro. Se reconstruye que si hay algo del ser es
algo del ser en tanto vacío. El ser no tiene ninguna sustancia. No se puede
predicar nada del ser, más que en tanto siendo este vacío. El S1 es el
significante que simboliza el fracaso de sentido y por lo tanto, la emergencia
del sin sentido. De lo que se trata en el acto es de la inconsistencia del
Otro, se precipita el momento de concluir en el momento en que surge la
inconsistencia del Otro, el Otro no puede darle un .sentido a quien soy.
Entonces, la sustancia del sujeto, la ousia es el objeto a, el trazo que apunta
al vacio. El análisis devuelve al S1 la función señaliza dota del vacío, -1,
poniendo en función el agujero de la causa perdida en la raíz del sujeto.“Introducción al acto analítico”, Mariana
Davidovich Presentación en el Seminario de la Escuela Freudiana de Buenos Aires
"El acto psicoanalítico", Clase Nrª 3 – 20/01/05)
(9) La banda de Moebius es una de las figuras más
estudiadas por Lacan dentro de su topología. Ilustra el modo en que el
psicoanálisis problematiza oposiciones binarias como interno/extemo,
amor/odio, significante/significado, verdad/apariencia. Los términos de estas
oposiciones suelen ser presentados como radicalmente distintos, pero Lacan
prefiere entenderlos en función de la topología de la banda de Moebius: así,
los términos opuestos no son vistos como discretos (separados) sino como
continuos. Por ejemplo, el discurso del amo es continuo respecto del discurso
del analista. La banda de Moebius ayuda también a comprender cómo es posible
“atravesar el fantasma”: dado que sus dos lados son continuos, se puede pasar
del interior al exterior, o al revés (aunque resulta imposible decir en qué
punto preciso se ha realizado dicho pasaje).Psiconotas.com
(10)
Las contingencias trazan nuestro destino. Lacan precisa que a partir del azar
-y porque hablamos- armamos una trama de sentido a la que somos forzados.
"Las casualidades nos empujan a diestra y siniestra, y con ellas
construimos nuestro destino, porque somos nosotros quienes lo trenzamos como
tal" Lacan , J. El seminario, Libro 23, El sinthome, Ed. Paidós, Buenos
Aires, , 2006,pag.160, Conferencia “Joyce el síntoma”, 6 junio 1975.
(11) La causa en psicoanálisis
está vinculada al objeto y al vacío.
“Poner a la causa en el lugar del vacío no es necesariamente una posición
escéptica. El vacío que el objeto a nombra, no es vacío de la ausencia
pura, sino de lo carente que promueve un movimiento a su alrededor. No se
trata aquí de lo inerte que provoca inercia, sino de lo que desde el lugar de
una falta radical promueve permanentemente su bordeamiento. En ese mismo
orden se advierte que para que exista una causa debe, forzosamente, haber un
vacío, un punto de quiebre… "solo hay causa de lo que cojea", de lo
que presenta de algún modo una inconsistencia. Esta concepción del objeto es
solidaria con la idea de un objeto que se "pone contra" el sujeto,
o sea un objeto que no es una mera representación del sujeto, sino algo que
lo enfrenta. El objeto es lo que "objeta" al sujeto, no lo que lo
representa, es lo que se le aparece por delante, lo que yace por delante o le
sale al paso, es el ob-jectum, de algún modo lo que perturba su camino
Si el objeto es lo que perturba, no hay correspondencia ni complementariedad
entre objeto y sujeto, esa objeción presupone una conmoción del sujeto. De
ahí la formulación lacaniana del objeto a como causa de deseo,
o sea como la que antecede al deseo, pero como su inmediata consecuencia,
dado que no hay recubrimiento posible de esa carencia estructural. Existe un
juego de palabras que hace Lacan entre causa (cause) y hablar (causer),
para decir que en el ser hablante esa carencia no es una posición metafísica
sino el efecto permanente que se genera a partir de estar el parlêtre
capturado por el lenguaje. Es el re-encuentro de la causa en el fracaso
productivo de su recubrimiento. Se trata aquí, fundamentalmente, de una causa
que se excreta en el recorrido significante, y no una causa que sostiene ese
recorrido al modo de una substancia. Ésto corresponde a una causa al final, y
no al principio o por debajo. De ésta manera la causa es siempre lo que queda
a producirse cada vez.Por otra parte, si la condición fundamental y fundante del sujeto en psicoanálisis es su barradura ($), o sea lo que le impide en forma radical conformar una unidad. Ésto ocurre porque el nombre de esa imposibilidad es el objeto a. En otras palabras, cuando el sujeto se dirige al Otro encuentra en primer término un obstáculo para su realización plena, (que para el caso suele encarnarse en otro sujeto habitualmente, sin ser ésta la condición única), eso es insalvable. No es igual ubicar ese impedimento como aleatorio que como estructural.
Ese impedimento a la realización plena, al Uno
del sujeto, es el tropiezo permanente de toda subjetividad, y por
consiguiente el motor, la necesidad misma de su transgresión. Dado que el
posicionamiento mismo del sujeto como deseante está motivado por esa falta
estructural. Lo que no es, es causa de lo que puede ser” “Acerca de la causa”
Paulo Fridman, revista Virtualia 21, setiembre 2010.
(12)
Para
operar la castración simbólica el sujeto necesita contar con ese significante
en lo real, significante -letra que desde el sin sentido que lo especifica,
no puede ser asimilado por el Otro. Por lo tanto provoca un efecto de
barradura que libera de la alienación. Ese significante es el anclaje del
sujeto, con él puede valerse frente al Otro y desde el sin sentido –mediante
artificios-dar lugar a un sentido nuevo) imaginativas
del sujeto, los síntomas, conservan la marca en algún punto; marca por lo
tanto articulable a la palabra.
En el
campo de la palabra el Un designa la imposibilidad como fondo sobre
el que se
produce todo lo poético.
Ese
orificio que como el ombligo se ha anudado es el punto por donde sale
el hilo;
allí algo se enrula y esa traza se
confirma a nivel de la simbolización.
Es
destacable que el sujeto que nace de una cicatriz capaz de
hacer
nudo, puede agujerear al Otro también desde ese punto anudado.
Por eso
afirmamos que en lo que se dice hay algo comparable, análogo, a
lo que es
de la pulsión. Pero a diferencia de la pulsión, puede hacer corte y
costura:
tiene la capacidad de quebrar el sentido y a la vez, puede hacer pasar
algo de
esa marca reprimida al campo del Otro.
Lo
distintivo es que una vez agujereada la malla de sentido, puede lograrse
una nueva
trama a través de la articulación significante y
discursiva.
Desde esta recomposición algo nuevo se inscribe y posibilita
subjetivar
la operación castrativa.
Motorizada
por la insistencia pulsional, la repetición busca el trauma. A
la vez el
trazo unario se extrae de lo que la repetición marca como tal.
Precisamente
lejos de fundar un “todos” ella escribe el Uno de la
repetición,
que es pura diferencia. Es la inscripción en lo real del significante
que
representa al sujeto: elS1 que lo representa en el campo de los ignificantes
del Otro, el S2.Para operar la castración simbólica el sujeto necesita contar
con ese significante en lo real, significante-letra que desde el sin sentido
que lo
especifica,
no puede ser asimilado por el Otro. Por lo tanto provoca un efecto
de
barradura que libera de la alienación.
Ese
significante es el anclaje del sujeto, con él puede valerse frente al
Otro y
desde el sin sentido -mediante artificios-dar lugar a un sentido nuevo.
La clínica
muestra que cuando ese anclaje no está instalado, la castración
simbólica
noalcanza a producirse. Como ocurre por ejemplo en la psicosis
donde este
significante está forcluído y por lo tanto el sujeto queda fuera de la
ley del
lenguaje que da lugar a la metáfora. Su repuesta se extravía de la malla
de sentido
que articula al saber de la lengua y a la vez es soporte del lazo social.
Al
fracasar la metáfora paterna no hay articulación posible entre el sin
sentido y
el pase de sentido. De ahí los neologismos que resultan muy
diferentes
a las producciones poéticas o al efecto del chiste.
Del
uno-entre-otros alza vuelo un S1, Lacan
describe al significante
amo como
un enjambre significante, un enjambre zumbante que asegura la
unidad de
la copulación con el saber. No es un significante cualquiera, es el
orden
significante mismo. Por lo cual según cómo cursen sus viscisitudes
puede o no
estar a disposición para la realización subjetiva.
Transcribo
al respecto una cita de “Aún. “El Uno encarnado en
lalengua
queda indeciso entre el fonema, la palabra, la frase y aún el
pensamiento
todo“. Se deduce la magnitud que puede alcanzar la alienación
según cuál
sea el grado de dificultad para extraer de lalengua las letras del
sujeto. Sabemos que el que
tiene boca se equivoca, de modo que en lalengua cualquier palabra puede ser
equívoca. Por lo tanto la mentada indecisión se juega para preservar el
paraíso narcisista ante la falla del Otro, ante lo que evidencia que no hay
Otro del Otro. Es por la renegación de esa falla que el sujeto se presta a
hacerlo consistir a costa de su propia alienación, apelando a una adhesividad
hecha de imaginario y saturada de sentido. Esta completitud de argamasa
prefabricada no deja espacio de maniobra para el saber hacer del inconciente
con lalengua” Pulsión y Sinthome,Lic. Claudia S.
Lamovsky.
13)
Sujeto es lo que un significante representa para otro significante, o
como lo plantea en el Seminario de "La lógica del fantasma":
"el significante es lo que representa a un sujeto para otro
significante, debe aparecerles así, la metáfora del funcionamiento del
inconsciente". Y hablar de sujeto es hablar de una instancia de
división, de un efecto de corte, efecto metafórico que divide al sujeto entre
el S1 y el S2 entre saber y verdad), el sujeto del inconsciente siempre está
suspendido entre dos significantes .
El texto, Posición del
inconsciente, es un texto bisagra entre el inconsciente
estructurado como un lenguaje y el inconsciente real. A este escrito le
corresponde el Seminario XI, en el cual se
produce una nueva alianza, en la que se trata de formalizar la articulación
del inconsciente freudiano y la pulsión, vale decir, una nueva alianza entre
el significante y el goce.
En este texto, Lacan elabora una lógica que
rige entre estos dos conceptos: inconsciente y pulsión. A través de la
alienación y separación, dará cuenta de la relación entre el sujeto del
inconsciente y la libido pulsional. Con el concepto de losange,
Lacan va a inventar esta suerte de batido, de eclipse, de aparición /
desaparición del sujeto del inconsciente, semejante a un orificio corporal,
de un borde pulsional. En este escrito, el inconsciente es presentado como
palpitación, apertura, cierre, contracción… Lacan intenta ubicarlo en esa
intersección que se produciría entre esos dos conjuntos, el del inconsciente
y el de la pulsión.
Veamos entonces, cuál es el recorrido, el inconsciente entendido como un
lenguaje se puede reducir a la relación entre dos significantes, pero Otra
cosa, se refiere a esta otra dimensión del inconsciente real, objeto que se
cierra sobre sí mismo, goce que se cierra sobre sí mismo. Es en el intervalo entre dos
significantes que el sujeto hace la experiencia de Otra cosa, S1---Otra
cosa---S2, queda en el intervalo de lo que no se puede escribir, ¿qué soy yo
en el deseo del Otro? El intervalo
es donde aparece otra cosa, objeto a, que
se localiza en el intervalo entre los significantes. El inconsciente no se
abre tanto por la interpretación, sino por un acto. Inconsciente real, con la
pulsión y repetición, que sólo se atrapa por un acto, acto de la
presencia real del analista, acto que abre la esfera Macdeburgo para permitir
hablar sobre el deseo.
Aquí Lacan retoma el inconsciente estructurado
como un lenguaje, pero pone el acento en la ruptura, en la grieta. En la
página 816, habla de la carencia, una falta; inconsciente que da lugar en sus
avatares pulsionales a una carencia. No hay un saber absoluto, hay una
carencia, una falta central. El término carencia hace referencia a la
castración freudiana; y la grieta a la discontinuidad, no es una carencia
estática. Ahora Lacan habla del inconsciente como algo que se abre y se
cierra: pulsación, inconsciente temporalizado. Esta carencia, esta grieta no
es más la casilla vacía, aquí articula está carencia con el tiempo lógico.
Inconsciente que se abre y se cierra –dinámico- y que posee un carácter
temporal.
En cuanto a la separación, ¿cómo se articula en
esta lógica del significante la operación de la pulsión? Separación. El
sujeto del significante se reduce a una falta de significante que es idéntica
a la estructura del conjunto vacío. Lacan articula la falta, el conjunto
vacío es una falta. El sujeto apunta a la falta en el Otro para separarse;
para borrarse del significante ante el cual el sujeto sucumbe.
En el intervalo S1 – S2 se formula la pregunta che
voi?, la cual hace surgir el enigma en un punto de falla de la
estructura misma, falla constitutiva del deseo de la estructura del Otro. En
la falta, en la falla del deseo del Otro, reenvía al sujeto a su elisión en
la medida que el sujeto se inscribe en ese signo (-) que es lo propio de la
metonimia.
Por lo tanto, teniendo en cuenta la
intersección de la falta del sujeto y la falta del Otro, ¿cómo se introduce
ahí la pulsión? La pulsión no es una falta. En el Seminario VIII,
Lacan introduce el lugar del vacío, y en ese lugar del vacío viene a
inscribirse un objeto. Primer mito, mito de la laminilla, objeto perdido
freudiano y matriz de todos los objetos perdidos, y el objeto a
como las figuras que vienen a inscribirse en esa pérdida.
Lacan introduce con la laminilla el cuerpo
sexuado, y con eso metaforiza la libido. Por la vía de la pulsión el sujeto
busca un objeto que le sustituya una pérdida de vida. En consecuencia, hay
una doble pérdida: su pérdida como sujeto significante, y su pérdida como
sujeto que se reproduce. Y con su pérdida el sujeto interroga el deseo del
Otro: ¿qué soy para ti?
Si pensamos al sujeto del inconsciente, no se
puede abordar la cuestión de la separación en tanto separarse de tal objeto.
No hay objeto sino perdido, el estatuto del objeto es perdido ya. Esta es la
esencia del objeto, el objeto no tiene otra consistencia que perdido.
Separarse es del lado del campo del objeto y no
del lado del sujeto. Del lado del sujeto: división, alienación y
representación de un significante para otro significante. Alienación y
separación, dos operaciones diferentes y a la vez relacionadas, no es una
relación recíproca, la alineación es previa, la separación viene a funcionar
a partir del momento que la alienación es efectiva.
En la página
821 encontramos una definición de la separación; en las teorías clásicas de
la separación: sujeto / objeto, el sujeto separado del objeto; aquí no, aquí
la separación no implica un fenómeno de frontera interior / exterior, el
objeto no es exterior, el objeto es un borde, hace parte del sujeto en tanto
que borde, en tanto que límite. Esta teoría de la separación viene con la
teoría del objeto a. El objeto perdido en el nacimiento es
la placenta, porque tiene la particularidad de hacer parte del organismo del
viviente y no desde afuera.
La teoría de la separación de Lacan necesita la
teoría de Moebius y la teoría de los conjuntos, porque no
se puede imaginar una parte sin el todo, porque va en contra del universal en
la lógica. Teoría de la separación: la pars no
tiene nada que ver con el Uno de la excepción, ni con el Uno de la partida
del conjunto; implica una lógica diferente del significante, porque el
significante implica hay Uno, la pars,
objeto, funciona en términos de existe, imperio de la existencia, hay o no
hay.
La separación es diferente de lo que decía
Freud de una forma mítica, ¿por qué Freud decía que el objeto siempre era
perdido? Lo decía a propósito del Edipo, la madre es prohibida y la madre es
la manera de enunciar la pérdida. Freud relaciona la pérdida del objeto con
la prohibición del objeto, lo que implica una relación del objeto con la ley,
como excusa, como cubriendo lo insoportable, lo inimaginarizable de la
pérdida. Hay un paso más que da Lacan, parte sin el todo, eso implica otro
modo de funcionamiento que el funcionamiento significante.
Lo que queda de la vida que no fue tomado en la
alienación significante, vale decir, la libido no es del lado de lo que
falta, es además de.
El inconsciente real, que desarrolló Miller,
tiene más que ver con la separación y con el estatuto del objeto, tal como lo
define, que con la alienación. Hay un ataque al sentido y hay también una
interpretación en acto a partir del inconsciente real, que se ubica más del
lado del manejo de la separación”. Fragmento, en “Posición del inconsciente y su relación con la pulsión”, M. Laura
Bueno, julio 2013, NODVS.
15) Presentación en castellano de “El ser y el acontecimiento”, Revista Acontecimiento Nº19-20, 2000. 16 )“El recurso filosófico del poema”, Alain Badiou 17) “Condiciones” Alain Badiou, Siglo XXI Editores, 1ª edición, 2002, Buenos Aires 18) Ibidem 16.
(19) En “La verdad no es
impronunciable Alejandro Sánchez Lopera,“Lógicas de los mundos”.El ser y el acontecimiento
2, Alain badiou en Revista Colombiana
de Filosofía de la Ciencia , Vol. IX - Nos. 18 y 19, 2008 , Págs 167-172
20) Lacan, J., "Lo escrito y la verdad", El
Seminario, Libro 18, De un discurso que no fuera del semblante, Editorial
Paidós, Bs. As, 2009, p.12.
21 ) El Seminario, Libro 18. Buenos
Aires: Paidós. p. 123, 2009.
22)
El Seminario, Libro 20.
23) Lacan, J.,
"Atolondradicho”.
24) “El recurso filosófco del
poema”, Alain Badiou.25) “El estatuto filosófico del poema después de Heidegger” Alain Badiou, Imago Agenda, nº29, mayo 1999, pag.5
26) La lectura i la vida”, de Emili Teixidor ,
Columna Ediciones, 1º ed., 2010.
27) “Sobre estilística y formalismo ruso”,Carlos
Blanco Aguinaga, Centro Virtual Cervantes.
(28)
Formalismo ruso y lenguaje Poético Enio Quevedo(abc.
com.pi)
RELACIÓN
DEL ARTE CON EL VACÍO EN LACAN.
Extraído de "La Kahlo, su creación" Graciela Nieto.(revista Acheronta15)
. El Vacío como causa Es en el Seminario de la Etica donde Lacan plantea: " tomé el ejemplo esquemático del vaso para captar donde se sitúa la Cosa, en la relación que coloca al hombre en función, en el medio, entre lo Real y el Significante. Esta Cosa, cuyas formas creadas por el hombre son del registro de la sublimación están representadas por el vacío, en tanto que ella sólo puede ser representada por otra cosa". En toda forma de sublimación, el vacío es lo determinante. Luego dirá que hay tres modos diferentes de tratar el vacío. El arte, la religión y el discurso de la ciencia. Todo arte se caracteriza, entonces, por cierto modo de tratar el vacío. El objeto está perdido. Nunca será vuelto a encontrar, ese objeto que no es posible de reencontrar, es la Cosa. Esta es, una experiencia única, en el campo freudiano y caracteriza al sujeto al objeto y a su deseo. En la enseñanza de Lacan, la Cosa, es el primer lugar lógico y cronológico alrededor del cual se organiza el campo de lo simbólico. La Cosa es, de otro orden, que el orden de los significantes, está del lado de la causa, por la tanto del lado de lo real Este objeto perdido, no ha sido en realidad nunca perdido, ni ha sido nunca dicho. Se desliza entre las palabras y las cosas con la ilusión que entre ellas podría haber alguna correspondencia, ilusión desmentida por el permanente malentendido. Entre lo Real y el Significante, está la Cosa. La cosa representa el vacío. Desde el punto de vista de los significantes, será el significante faltante, el que hace mover la cadena, el cero de la serie de números. Desde el punto de vista topológico será el agujero. El agujero en lo real, es la nominación . De lo que se puede estar seguro, es que, lo que hace agujero es el significante del Nombre del Padre. Así tenemos que, el vacío no es sólo una función especial, sino que además es una función simbólica. De modo que el vacío no es la nada El Arte, utiliza lo imaginario para organizar simbólicamente ese Real que está entre lo Real y el Significante. Del lado del significante, es fácil encontrar lo que se escribe en tanto está localizado en la letra, pero cuando más se habla del vacío más se lo cubre |