"Solo una poética puede sacar de su ausencia a este ser por venir"
(Jean Lescure, en G.Bachelar, “La
intuición del instante”; Buenos Aires, SXX, 1980,p.163)
"Lo poético no es algo que está afuera
en el poema, ni dentro, en nosotros,
sino algo que hacemos y que nos hace"
Octavio Paz, “El arco y la lira”
(1)
"Aprender a ver/oír/decir/lo instantáneo es nuestro oficio" Ocatavio Paz(2)
“Cuando la mente
ve a partir del tacto, sin proyectar lo
ya sabido, es decir las síntesis performadas por la reiteración , entonces se
vuelve inocente y ad-mira. Y lo que ve está presente…” Chantall Maillard (3)
Una gota de agua sobre una
hoja es infinita; esa gota de agua en esta hoja, ahora, en este instante». Chantall
M. (4)
“…el caracol pasa…
sin defenderse, con su casa a cuestas
porque él no se diferencia de su casa, transita, en la mano apenas sentimos una ligera humedad que
luego cristaliza”. Chantall Maillard, (5)
El fuera es lo común, lo
que a todos pertenece, lo animal. El fuera es la inocencia. La de todos. Porque
en el a-fuera no hay yo, no hay alguien.
Un poema es una señal de inocencia. (5)
Un psicoanálisis es poiésis y escritura, un hacer
consciente como decía Freud: donde “ello” era el “yo” deba advenir, dirección
de la cura que con Lacan cabe resituar: que donde ello era, ello siga siendo,
sin, o con menos sufrimiento, sabiendo
hacer con “ello” de otra manera, de una manera singular y nueva. En este
sentido, Miller en Piezas sueltas sostiene que lalengua nunca será
armónica y que dicha desarmonía nunca podrá ser reparada pero que "lo
único que se puede hacer con lalengua es convertirla en una obra"
(sinthome)(6). Por tanto apuntar a
ello habla justamente ahí donde las palabras
del Otro son los significantes encarnados tempranamente sobre la carne que goza
sin límites.
Pues
"Ello habla por sí solo, en la carne y sin
llegar al dicho. Lo que no es anudado por el falo"(7)
Ello habla Lalengua, y en ese sentido, “la máxima que Lacan enuncia en
oposición a Descartes es: Pienso, luegozoy para señalar de inmediato que el gozoy reaparece en lo real...Lacan evidencia que lalengua
vehiculiza la muerte del signo hecha de "ese mismo gozar" (pág. 19) y
que si bien el inconsciente está estructurado como un lenguaje, no elimina la
presencia del S1, significante que sólo se lo puede escribir si se lo hace sin
ningún efecto del lado del sin-sentido”(7)
Dirá Lacan en L’insue (8): “La astucia del hombre con la poesía es que
esta es efecto de sentido pero también de agujero”. Buscar un significante
nuevo, producir un significante nuevo que nomine. Cuando uno nomina, calla al
Otro. Se sustrae abriendo en otro lado. También la interpretación analítica
deberá producir este doble efecto-afecto que Chantall Maillard (9) dice de manera tan poética , y que es lo que define a la poesía :
“Hay en la poesía una aspiración hacia la horizontalidad, aunque no debe tampoco confundirse con la planicie, en la que los árboles se enraízan. La poesía es un horizonte expandido, demorado en los infinitos recodos del bosque, un juego sutil, un enramado que a veces se hará nudo, liana, frondosa derivación de hojas inconexas, y otras adoptará en su impulso de ascenso o de descenso la línea suave o rugosa de algún tronco. Cuanto mayor sea su recorrido vertical más se acercará a la filosofía. Un poema vertical es un poema filosófico».
Y lo que ella dice,
me evoca una partitura, lo cual no es nada extraño ya que Lacan mismo decía que
“basta escuchar la poesía, como era el caso de Fedinand de Saussure, para que
se haga escuchar en ella un polifonía y para que todo discurso muestre
alienarse sobre los varios pentagramas de una partitura” (10)
“El instante
(po) ético del psicoanálisis es el tiempo justo en el que el analizante rompe
con la servidumbre del lenguaje y se enfrenta con el desafío de crear un nuevo
significante que haga lazo social. El acto analítico rompe eslabón de la cadena
significante para dejar al sujeto frente a la verdad de su deseo, él mismo ya
en posición de objeto del deseo”. “Poética del Psicoanálisis” Rosario Herrera Guido, S XXI (11)
En ese
sentido, “la poesía es el arte de
despedirse” nos dice Octavio Paz. (12)Y también lo es el psicoanálisis.
Y para que
ellos sea posible es imprescindible la inmediatez, la lectura-escritura del
instante:
“Consciente de que la
singularidad de lo vivido es refractaria al lenguaje y a sus convenciones y que
la realidad siempre trasciende la palabra que la traduce, la traiciona y
sacrifica, el poeta (y el psicoanalista en la palabra del analizante) ha de fijar su experiencia en el verso como
a un águila la flecha, en pleno vuelo…” Chantall M. (“Orinar en la nieve”) (13)o como lo
dice Octavio en su cita del comienzo de este trabajo: “Aprender a ver/oír/decir/lo
instantáneo es nuestro oficio".
Y si es china la entrada de
Lacan a la poesía en sus últimos seminarios, es porque el sin
sentido que porta su
canturreo le procuró a través de su sonido un llamado a escuchar lo que no se
escucha en una narración ya que está
sostenida del pensamiento.
Dirá que la metáfora y la
metonimia en tanto anudando el sonido y el sentido son capaces de canturrear
otra cosa; desunir el sentido y el sonido para hacer sonar otra cosa, lo real.
El sonar se desprende aquí
de aquella resonancia que nos hablaba Lacan: semántica o metonímica. Sería el
instante de la epifanía que nos abisma o da lugar a la invención.
“…es por el forzamiento por donde un psicoanalista puede hacer sonar
otra cosa que el sentido” y esta vez nos reenvía a la escritura poética
china y al chiste, para situar la dimensión de la interpretación
analítica.” (14)
¿Qué es ese canturrear sino
el goce ya enlazado en lalangue misma? En
lalangue hay un saber que no está hecho para ser sabido y no se deja apresar.
En el
seminario 25, clase 3, (15) Lacan ubica a la poesía del lado del
analizante: “El analizante habla, hace poesía.”. Desde Freud, sabemos, que el
gran retórico es el inconsciente. “El sueño es un arte poético involuntario”.
La elaboración del sueño tiene mucho en común con el trabajo del poeta y esto a
Freud no le fue indiferente. Lacan dirá que es en tanto que una interpretación
justa extingue un síntoma, que la verdad se especifica por ser poética. Una
interpretación solo tendrá efecto a condición de subordinarse a la
transferencia. Es importante destacar que lo poético no es la interpretación
sino la verdad que allí se pone en juego.
Psico-análisis
entonces de los significantes que constituyen nuestra historia ficcional con la
que hemos intentado explicarnos, y dar coherencia a lo inexplicable de nuestra ex -istencia. Intento
estructuralmente fallido de apresar vía el
significante y el saber en él condensado (metonimia) y metaforizado,
metamorfoseado , ese no saber originario , pura falta, objeto pulsional, marca de
goce de la letra sobre el cuerpo, y no para agregar significación, sino
para horadar el significante, ese
significante que nos re-presenta como sujeto ante otro significante , esos en
que sostenemos nuestro yo-mascara, hasta
palpar el vacío en ser , el pura carne que en última y en primera instancia
somos, para “savoir i faire” ahí con nuestra falta: acto creativo en el que el
acto del analista, la interpretación a la letra, se corresponde con el acto , y
quizás con el tiempo de concluir del parlêtre.
“Al sin fin de la cadena significante, a la ilusión de poder decir todo, adviene un tope, invención de una letra, producción de una escritura”. (17)
“Escritura, esta está ubicada allí en el litoral entre la
pulsión y el fantasma, que puede tener dos caras, una que se refiere a la
representación, como significación articulada con el falo (significación
siempre fálica), mientras que la otra como letra que remite a lo real. "El
inconsciente dirá Lacan el 10.3.7l es "el lenguaje en medio del cual ha
parecido el escrito” (18)
Es-critura el es=el ello, que se escribe, savoir i faire
imposible de ser dicho de manera más precisa:
“Apenas una traza brillante dejada por la baba del
caracol, el otro que somos todos bajo
las hojas de acanto. El saber no sabido por el mí, sólo adivinado, y en la
traza, reconocido (Chantall Maillard) (19)
“ La baba del
caracol, traza brillante, sendas luminosas,
dejadas por un ser pequeño , insignificante, trazas de luz sobre la
piel, superficie estriada, no surcos, no hendiduras, no heridas, sino trazas,
vías de acceso para el acontecer, bien pensado prefiero olvidarme de lo
dicho… y luego abajo buscar alguna
umbría y allí poner la mano, extenderla , los dedos haciendo puente para los
caracoles , más pequeño que el erizo, inadvertido, sin pretensiones , el
caracol pasa… sin defenderse, con su casa a cuestas porque él no se diferencia de su casa,
transita, en la mano, apenas sentimos una ligera humedad que luego cristaliza” (20)
Propongo
leer como leemos en tanto analistas:
Vías de acceso para
el acontecer bien pensado, prefiero olvidarme de lo dicho
y luego abajo buscar...
Y luego a
bajo
buscar
y luego abajo buscar...
Y luego a
bajo
buscar
Vías de acceso para
el acontecer, bien pensado, prefiero olvidarme de lo dicho.
Vías de acceso para
el acontecer bien, pensado, prefiero olvidarme de lo dicho.
Acaso puede remitirse este decir de al poeta a la frase de Lacan: “que se diga queda olvidado detrás de lo que se dice
en lo que se oye”
Y ello me
evoca a su planteamiento en Liturattere (21)
“Llituraterra”,” neologismo que Lacan inventa legitimándose en un
diccionario etimológico: lino, litura, liturarios son las raíces lingüísticas
que le sirven de referencia. Lino es ungir, frotar, ensuciar, embadurnar,
recubrir (lo escrito), borrar; litura significa corrección, enmienda, borrón,
tachadura. Raíces etimológicas que fundan la equivalencia psicoanálisis- escritura
que este texto aborda” (22) Lituraterre juega con "rature",
tachadura, y "terre". Dice Lacan allí que la letra es litoral entre
significante y goce; entre saber, dominio de lo simbólico, y goce, dominio de
lo real; entre inconsciente y libido. Lacan diferencia litoral de frontera. Una
frontera, dice, se puedeatravesar, un litoral hace borde a los dos
territorios o dominios que en él se encuentran y no son recíprocos. De ahí que
la letra, que dibuja ese litoral, tiene un costado significante y un costado
real, de goce. La letra hace borde al saber, dibuja el agujero de goce en el
saber. Letra que cesa en su papel de
remitente y articulador y permanece como elemento autista de no-sentido que
hace gozar” (23)
“En este escrito Lacan nos
presenta un apólogo de la escritura, al que J.A. Miller, con ironía, califica
de apólogo meteorológico. Allí cuenta que al volver de un viaje a Japón por una
nueva ruta que atraviesa Siberia, una ruta que hasta entonces había estado
cerrada, le sucede algo que podríamos calificar como un acontecimiento de goce
producido en condiciones especiales de espacio y tiempo: desde la ventanilla de
su avión, ve los surcos dejados por la lluvia sobre la desierta planicie
siberiana y lo que ve le hace pensar en una escritura, todo sucede en el
transcurso de un instante.
En esta topología del espacio vacío y del tiempo como instante de ver, “la única condición decisiva es la del litoral”. Las huellas producidas por la lluvia al caer constituyen con sus líneas una orografía que tiene relieve.
Según M.H. Roch, Lacan, no sólo da valor de escritura a lo que está viendo sino que, aunque él no lo diga, el relieve de esa orografía le evoca la escritura china, y más precisamente el trazo del calígrafo4, no el de cualquiera sino el de Shitao, el pintor calígrafo del siglo XVII al que había conocido gracias a François Cheng, el calígrafo que habló del “único trazo del pincel”.
“Así fue como irresistiblemente se me presentó (…) entre las nubes, el aluvión, que es la única huella que aparece para producir, más que para indicar, el relieve (…) en la llanura siberiana, planicie verdaderamente desolada (…) sin ninguna vegetación más que reflejos de este aluvión que empujan a la sombra lo que no resplandece”.
Esta escritura no está hecha para indicarle nada a nadie, pues no hay nadie, la estepa está desierta….
En esta topología del espacio vacío y del tiempo como instante de ver, “la única condición decisiva es la del litoral”. Las huellas producidas por la lluvia al caer constituyen con sus líneas una orografía que tiene relieve.
Según M.H. Roch, Lacan, no sólo da valor de escritura a lo que está viendo sino que, aunque él no lo diga, el relieve de esa orografía le evoca la escritura china, y más precisamente el trazo del calígrafo4, no el de cualquiera sino el de Shitao, el pintor calígrafo del siglo XVII al que había conocido gracias a François Cheng, el calígrafo que habló del “único trazo del pincel”.
“Así fue como irresistiblemente se me presentó (…) entre las nubes, el aluvión, que es la única huella que aparece para producir, más que para indicar, el relieve (…) en la llanura siberiana, planicie verdaderamente desolada (…) sin ninguna vegetación más que reflejos de este aluvión que empujan a la sombra lo que no resplandece”.
Esta escritura no está hecha para indicarle nada a nadie, pues no hay nadie, la estepa está desierta….
La nube como semblante, -significante
que se ve-, y la naturaleza está llena de esos semblantes, según Lacan; la
lluvia que cae de la nube-semblante como significado de goce que llueve del
semblante “cuando éste se rompe” liberando las materias en suspensión. Este
significado de goce que cae erosiona la tierra, deja huellas, escribe” (24)
ACTO CREATIVO, ACTO
PSICOANÁLITICO.
«Hay veces en las
que algo de esa realidad de la que formamos parte, con todo aquello que nos
rodea, nos atraviesa y sabemos que hemos tocado la fibra más íntima, aquélla
justamente en la que vibra al unísono lo que vemos, lo que hay, lo que
percibimos y lo que somos». Chantall Maillard,
(25)
¿No es acaso
esta una poética manera de decir el efecto de encuentro de un sujeto con lo
real la
tyché que lacan toma de Aristóteles,
y no es también ese efecto el que produce la interpretación analítica cuando como nos
dice Lacan somos capaces de medio decir como dice el poeta.
“El Automaton sería la repetición que siempre encuentra lo mismo
para quedar a resguardo de lo Real. La Tyche por el contrario sería el
encuentro con lo Real. Es entre estos dos conceptos aristotélicos de uso
lacaniano que puede entenderse que la repetición exige lo nuevo.
A la luz de esto el objetivo de la interpretación no puede ser
añadir sentido, tiene que estar del lado del corte, sería provocar la Tyche en
el acto analítico, permitir un encuentro que no sea repetición; por eso el buen
manejo de la transferencia trabaja contra la repetición.
La transferencia, aliada de la pulsión, intenta
conocer el tiempo desconocido de la repetición; y el inconsciente mismo sería
una defensa frente a lo real. El inconsciente mismo es un intento de mentir lo
real, viene al lugar de ese real como imposible, el inconsciente es la forma de
mentirse el sujeto sobre ese punto, y como siempre se miente de la misma
manera, repite” (26)
Que nos sea tocada la fibra más intima
es el despertar de
lo real, ¿no? es decir, algo que conmueve nuestra situación en el mundo,
nuestra situación de armonía. Despertar nos despertamos cuando hay algo que nos
toca, que nos toca profundamente, un goce inesperado, la posible muerte propia,
la de un amigo, eso es lo que nos despierta.
En su Seminario 24, Lacan les
dice a sus alumnos: “Yo quisiera llamar la atención sobre algo: el
psicoanalista depende de la lectura que hace de lo que dice el paciente.
Y lo que escucha no puede ser tomado al pie de la letra… ¿La verdad
despierta o adormece?. Me gustaría que antes de responder, leyeran a
François Cheng, ya que con la ayuda de lo que se llama escritura poética ustedes pueden tener la dimensión de lo que podría ser la interpretación
analítica”…
Recordemos que en la cosa Freudiana,
Lacan, introduce a la verdad a través de una figura retórica, la prosopopeya:
“yo la verdad hablo”. La verdad del psicoanálisis es poética, habla sin
preocuparse por ser verdadera ni por adecuarse a las cosas. La verdad dice “yo
vagabundeo en lo que vosotros consideráis como lo menos verdadero por esencia:
en el sueño, en el desafío al sentido de la agudeza más gongorina y el nonsense
del juego de palabras más grotesco, en el azar y no en su ley, sino en su
contingencia...” La verdad del psicoanálisis se hace oír en los puntos dónde el
inconsciente sorprende con su retórica. “Lacan se pregunta: ¿la verdad
despierta o adormece? Y responde: depende el tono con que es dicha. No
olvidemos que la verdad es poética. Luego afirma, la poesía dicha, es un hecho,
adormece. Adormece en tanto participa de la función hipnótica del discurso
haciendo resonar sentidos que taponan. Adormece en tanto sostiene los velos del
bien y de lo bello. Por lo tanto, para
decir del goce que nos concierne queda del lado de los poetas malditos. Baudelaire , Rilke , Rimbaud ...hacen pasar el sin
sentido que lo bello vela. Y con Francois Cheng se termina de correr dicho
telón.
Y de esto se trata, la voz
poética seria la forma de hacer pasar, el bien decir, el decir del hay ausencia
de sentido” (27)
Hay que
extinguir la noción de lo bello dice Lacan. La resonancia del psicoanálisis no
se fundará en lo bello sino en el chiste. No toda poesía sostiene lo bello.
Rimbaud escribió: “senté a la belleza sobre mis rodillas, y la encontré amarga,
y la injurié”. Injuriar, mal-decir, en latín: maledicere, ultrajar denigrar. (28)
1-Octavio Paz, “El
arco y la lira”, México, Fondo de la Cultura Económica, 1979, p 168.
2-Octavio Paz, en su
carta a León Felipe
3- Chantall M. “Orinar en la nieve” Prólogo a El monje desnudo. 100 haikus Edición y
traducción de Vicente Haya, Akiko Yamada y José Manuel Portales. Miraguano
Ediciones, Barcelona.
4-5-Chantall
Maillard, “En la traza. Pequeña zoología poemática”, librito de la conferencia “La
creación” en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, editado por dicho
centro.
6- Miller, J.-A. Piezas
sueltas. Buenos Aires: Paidós, 2013. p.54
7-
Título trabajo de Piedad Ortega del
Seminario de Orientación Lacaniana “Cuerpo, imagen y lenguaje, sus
anudamientos”, nel -amp.org.
8-Jaques Lacan,
seminario XXIV L’insue.
9-“La baba del caracol”, Vaso Roto, Cardinales
10-“Escritos” Lacan, México SXXI, pág483.
11-“Poética del Psicoanálisis”, Rosario Herrera
Guido, Siglo XXI Editores, Primera edición, 2008.
12-ibídem
13-“Orinar en la
nieve” Prólogo a El monje desnudo. 100
haikus Edición y traducción de Vicente Haya, Akiko Yamada y José Manuel
Portales. Miraguano Ediciones, Barcelona.
14-Seminario 24 ,1976-
1977 L’ insu que sait de l´une – bevue s´aile a
mourre, Lacan.
15-Seminario 25,
“Momento de concluir”, 1977-78.
16-“La letra: lo que
resta del decir”, Jorge Luis Leiva, EFBA (efba.org)
17-Ibídem
18-Ibídem.
19- Chantall
Maillard, “En la traza. Pequeña zoología poemática”, librito de la conferencia
en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona.
20-Conferencia “La creación”, ciclo la condición Humana,
Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, 11 febrero 2008.
21- Seminario 1971,
sesión 12 de mayo del Seminario “De un discurso que no fuera del semblante”
22- “Escritura y
Psicoanálisis”; pág. 22, a cargo de Helí Morales Ascencio, SXXI Editores, 1996.
23- “El tacto y la letra, volver sobre su escritura” Erminia
Macola, A.P. Psicoanalista en Padova, Italia. Miembro de la SLP y la AMP en
Letras Nº2, Revista de Psicoanálisis de la Comunidad de Madrid-ELP.
24- La función de la escritura en la
experiencia psicoanalítica, Araceli Fuentes García Romero, Letras Nº1, Revista
de Psicoanálisis de la Comunidad de Madrid-ELP, octubre-diciembre 2010.
25--“Orinar en la nieve”, Miraguano Ediciones, Barcelona.
26- En Puntos vivos del seminario 11 Inconsciente y
repetición (Cap. 1 a 5) Javier Cepero icf-granada.net.
27-“Cuando La Poesía Hace La Diferencia"(*)
Reunión Lacanoamericana De Psicoanálisis, Montevideo, Uruguay. 2015. María
Gabriela Pedrotti , EFBA.
28-Saudade: Poesía y psicoanálisis: Lacan Borges;
Graciela Tustanoski, yontorress.blogspot.com
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