sábado, 26 de diciembre de 2015

"45 años" sobre el amor


"45 AÑOS"  


Una película que a mí me gustó mucho. Pero lo más llamativo a mi modo de ver, es la situación de desconcierto que me produjo el hecho de que a varias de las amigas que fueron a verla conmigo, no les gustara y hubieran sentido que es una película muy lenta en la que “no pasa nada” o nada suficientemente conmovedor. Me parece interesante para intentar dilucidar algo del sentido de la misma, partir de esa sensación de desconcierto y sentimiento de insatisfacción que en mayor o menor medida experimentamos todas, porque no me cabe la menor duda de que siguiendo las huellas de la misma, habré de poder arribar a una gran película.
La pareja protagonista cumpliría en el momento que comienza el relato, 45 años de casados y la esposa está realizando todos los preparativos para dar una gran fiesta. Parecen llevar una vida plácida y tener una relación en la que hay compañerismo y cariño. Pero una carta anunciará una noticia inesperada que trastocará la vida y la relación de ambos llevando a la mujer a cuestionarse los cimientos de su relación de amor. La aparición del cadáver de una antigua novia, no solamente hará que la muerta vaya volviéndose poco a poco omnipresente, sino que la supuesta protagonista de la historia se dé cuenta de que en verdad ella nunca ha sido tal en esta historia de amor.
Hay quien dirá que el esposo no habló y la traicionó, que una pareja basada en la ausencia de confianza y en algún secreto no puede nunca llegar a buen puerto. Pero, ¿estaba este hombre realmente en condiciones de hacer otra cosa con lo que le sucedía? Habría que pensar en un duelo nunca elaborado; además, el intento, supuestamente secreto, o más bien no del todo consciente, de construir su vida como supone habría sido con la otra de haber seguido viva, es también una ficción, no menos ficción que la que la que construiría con su esposa de no haber existido la Otra.
Yo me pregunto ¿realmente podemos elaborar alguna vez el duelo de nuestros dos primeros grandes amores, ya sea de su presencia o de su ausencia, podemos separamos tajantemente de ellos alguna vez? Y me contesto que no.
Entonces, ¿qué vida vivimos? ¿Será que solamente a la mujer de esta historia le sucede que un día descubre que ha estado viviendo una vida que no era auténtica; que su marido en vez de estar con ella había estado viviendo 45 años con un fantasma, y ella era tan solo el soporte carnal para poder vivir algo de esa otra vida deseada que supone habría podido ser?
¿Alguien cree que realmente se puede vivir el presente despojado totalmente del pasado, o muchas veces lo que creemos nuestro presente no es sino una repetición del pasado o un intento de hacer vivir lo que creímos que podríamos haber vivido con alguna otra persona? Vida y persona ideales obviamente.
¿Somos un actor que no termina de saber su papel, ni de poder apropiarse nunca del todo del mismo, fingimos ser y dar lo que no damos? Y si es así ¿sabemos en verdad lo que estamos haciendo y siendo? ¿Amamos en función de la persona que tenemos delante o nuestro amor está determinado, limitado ¿o potenciado? por uno o quizás varios amores anteriores frustrados?
En este último sentido, ya Freud dirá que por lo menos para todos es seguro que hay dos amores frustrados que determinarán nuestra elección de pareja y nuestra manera de amar, ya sea para bien o para mal (el amor a nuestro padre y a nuestra madre, por cual de alguna manera todos amamos en cierta medida a un fantasma.Hombres que aman en su mujer a su madre o que “no aman “lo suficiente” a su mujer (de acuerdo a los reclamos de esta obviamente),porque la madre sigue ocupando en su amor el lugar principal, mujeres que aman en su marido lo amado de su padre o no aman a su esposo como este desea ser amado, porque su gran amor sigue siendo su propio padre o quizás un hermano, que también es muy común.
Recordaba ahora otra película preciosa y trágica: “El marido de la peluquera”; donde también el exceso con que el hombre deposita y reclama que su mujer realice ese modelo ideal del fantasma de su amor pre-adolescente, y la pretendida fidelidad con que ella responde a querer ser su amor eterno (sin faltas) termina con la no aceptación de la cuota posible de desencuentro y desilusión que el amor conlleva, llevando a la protagonista a un final trágico.
¿Debemos dejar que los fantasmas del pasado se apropien de nuestro presente y de nuestro futuro en una relación de pareja, pero en la vida en general (estaba pensando en la novela de Laura Castañón que no en vano se llama “Dejar las cosas en sus días”), o no? ¿Acaso podemos evitarlo? Yo creo que no, o no del todo. Pero entonces ¿cómo hacemos, cómo puede hacerse para matar a una muerta -en este caso- que puede llegar a estar más viva que la esposa viva real de carne y hueso? ¿Quién de los dos le otorga mas vida a la muerta? ¿y por qué lo hace cada uno?, ¿qué significado tiene esa Otra mujer para ese hombre y qué preguntas encierra para la esposa que no puede dejarla estar? ¿Es realmente más digno de llamársele Amor a aquel ideal frustrado que a este actual desdibujado por el amor dirigido a la muerta -viva y opacado de cotidianeidad?
Finalmente, creo que es una estupenda película sobre el amor y sobre eso inmedible que hace que una persona ame a otra, sobre las proyecciones que hacemos de vínculos del pasado en los actuales y idealización que eso determina, sobre la idealización que llegamos a hacer de las personas muertas puesto que ya no pueden desilusionarnos (sean muertas reales o simbólicas vinculadas a relaciones frustradas) y que nos impiden a veces valorar, o darle a quien tenemos al lado el lugar “limpio de fantasmas” que este nos reclama(lo cual considero imposible), o que nos impide ocupar en una relación ese lugar que creemos que existe (perfecto, ideal)en la medida en que fantaseamos a una Otra o un Otro que sería o estaría en posesión de aquello que (de haberlo podido tener una o uno) sí nos haría ser merecedores del AMOR del Otro.
Y hay lentitud en la que aparentemente no pasa nada porque el tiempo ha quedado detenido en el pasado, cuesta que se deslice, e inclusive el primer plano de la película muestra un paisaje donde la línea del horizonte está inclinada, ¿pretendía indicarnos con ello el director el declive de la relación?¿ o simplemente el plano quedo así por casualidad o porque no puede quedar de otra manera?
Y entonces sí, si se trata de amor, hay desconcierto e insatisfacción en la protagonista como en todos nosotros, pero hay también la certeza de que es ella la que ha vivido esa relación sea cual sea la misma , ella la que sigue viva, la que puede festejar.
Una película donde desde la sutileza se cuenta la fragilidad de la relación humana y del amor y de que en definitiva nunca amamos a quien creemos amar y quizás en definitiva básicamente nos amamos a nosotros mismos en una relación fantasmagórica con el Otro, y un poco, solamente un poco, al otro.

2 comentarios:

  1. Tus interesantes reflexiones me han empujado también a ver la película.

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  2. Gracias Francisco, cuento con tus opiniones convergentes y divergentes.Espero que te guste la peli. Un saludo.

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